En la semana 24 de embarazo, el ecógrafo y las posteriores pruebas confirman el peor de los diagnósticos: su hija morirá. Pero ellos toman una decisión que conmueve, donar los órganos de su bebé cuando nazca. Un amplio equipo de especialistas del Hospital Gregorio Marañón los arropa durante los próximos tres meses que aún le quedan de gestación. El embarazo llega a término y el diagnóstico se cumple. Los especialistas se preparan para extraer las válvulas cardiacas de la pequeña. Primera vez que sucede en estas condiciones en España, pero antes los padres pueden estar con el bebé para afrontar el duelo. El complejo trasplante se realiza con éxito. En España, 2.000 bebés fallecen en los días previos y posteriores al parto.