Cerca de 400 niños y niñas de Vila-real comenzaron ayer los turnos para tomar su Primera Comunión. La iglesia Arciprestal celebrará el mayor número de comuniones (119), seguida de las parroquias de los Padres Franciscanos (82), Santos Evangelistas (80), Santa Isabel (72) y Santa Sofía (44).

Actualmente, al carácter religioso de la Primera Comunión se unen aspectos lúdicos y, en especial, económicos. Los vestidos de los pequeños, la comida en restaurantes o en otro local, los detalles que se reparten a los invitados, la orquesta y juegos para los niños y los regalos que se realizan, suponen un importante desembolso para muchos ciudadanos de Vila-real. Así, la organización de la fiesta supondrá un desembolso de alrededor de 1.200.000 euros (unos 200 millones de pesetas) para los padres de niños que toman la Comunión.

A este gasto hay que sumar los aproximadamente 2 millones de euros (366 millones de pesetas) que aportan familiares e invitados en materia de regalos. Unos regalos que han pasado de los objetos y utensilios de uso cotidiano entre los niños a los ingresos en dinero en cuentas corrientes abiertas para la ocasión en bancos y cajas de la ciudad.

VALENCIANO

Respecto al acto religioso en sí, cabe destacar que las ceremonias se celebrarán en valenciano solamente para 55 niños y niñas, lo que supone un escaso 14 por ciento. En este sentido, la iglesia Arciprestal supone el caso más representativo en cuanto a la escasez de pequeños que toman la Comunión en la lengua propia de Vila-real, sólo 12 de 119. En el otro extremo está la parroquia de los Padres Franciscanos, en la que el turno más numeroso (32 niños) es el de valenciano.

"Lo más curioso en nuestra parroquia de los Franciscanos es que del primer turno, que es en valenciano, no sólo no se ha ido nadie a los turnos de castellano sino que de los de castellano se han pasado dos al de valenciano", dice el padre Botella. "Los niños lo aprenden todo muy bien tanto en valenciano como en castellano", añade.

Otra de las manifestaciones más representativas de las comuniones en Vila-real, y también en otros municipios de la comarca, es el popular manifest en que se expone, durante tres o cuatro días y de forma muy cuidada, a vecinos, amigos y familiares el traje que lucirá el niño o la niña el día de su Primera Comunión.