Las posibilidades que se ofrecerán a los vecinos para entrar y salir de las calles peatonales que el consistorio quiere acotar mediante el uso de bolardos automáticos es uno de los asuntos que aún quedan por delimitar y en el que el alcalde, Manuel Vilanova, afirmó estar trabajando en estos momentos, con el objeto de buscar una solución satisfactoria.

El primer edil villarrealense aseguró que "se procurará encontrar una solución lo más flexible posible", aunque indicó que los vecinos de los viales peatonales "también se verán recompensados con un tráfico más limitado de vehículos por las calles del centro urbano". Además, los responsables locales consideran que se ganará en seguridad.