“La verdad es que es un verdadero milagro que este suceso no haya sido más grave”. Esta era ayer una de las frases más repetidas entre los vecinos de Piedad, la mujer de 73 años que resultó herida en la noche del martes al caer sobre ella parte del techo de su casa, que está ubicada en el número 31 de la calle Melilla.

Y es que la anciana fue providencialmente rescatada por algunos de sus vecinos, tan solo unos segundos después de desplomarse la cubierta de su vivienda. Estábamos cenando y escuchamos un sonido que parecía una explosión de gas o algo similar, e incluso la casa tembló un momento”, explicó a Mediterráneo Pepe, uno de los hombres que acudió de inmediato para ayudar a la mujer, que estaba atrapada bajo los escombros, cuyo impacto le causaron heridas y contusiones, así como la rotura de una costilla, según comentó a este rotativo un vecino.

“Una vez en el interior de la casa, le dijimos que se tranquilizara y después la sacamos a la calle”, explica uno de los residentes que le rescató.

En cualquier caso, el vecindario salió de inmediato a la calle para colaborar en lo posible hasta que llegaron los servicios de emergencias. “Sacamos una manta y almohadas para atender a Piedad y después ya las dejamos en manos de la Policía Local, que vino enseguida”, señala Lolín, quien añade que “también tuvimos que atender al nieto, que estaba muy nervioso”.

Y es que los cuatro o cinco vecinos que ayudaron a Pepe a sacar a la víctima de entre los escombros ni tan siquiera se pararon a pensar en que el techo podía, incluso, acabarse de desmoronar sobre sus cabezas. “Es algo que no se te viene a la mente en ese momento, aunque una vez ha pasado todo sí que te planteas que podría haberte pasado alguna cosa”, manifiesta.

La mujer herida fue dada de alta ayer del Hospital de la Plana, tras se atendida en el centro sanitario y permanecer en observación toda la noche. H