Se ha pasado una gran parte de sus vacaciones en las oficinas de la Ciudad Deportiva, siguiendo el día a día del club, gestionando las visitas médicas de Cazorla y ultimando todos los detalles de la pretemporada. No es un entrenador al uso en nada. Ni tampoco en su carácter. Posiblemente no exista término medio: se le odia o se le adora. En ello influye su pasión por lo que hace y que nunca se esconde a la hora de adoptar una decisión. Los entrenadores siempre hablan de cantera para quedar bien. Garrido ha subido nueve chavales al primer equipo. Para él es filosofía de club, pero también convicción en que estos chicos darán mucho que hablar. Desde luego, pocos técnicos le superan en metodología de trabajo. Da gusto ver cómo entrena este Villarreal.

--Esta es su primera pretemporada en Primera División. ¿Es muy diferente?

--Estoy contento de cómo va todo. El equipo está demostrando que hay mucha ilusión y esperanzas puestas en la próxima temporada. Todo el mundo tiene ganas de hacer una gran campaña. La gente que ya estaba porque quiere que este sea su año y los que llegan por hacerse un hueco.

--¿El entrenador también está ilusionado al máximo?

--Seguimos la línea de trabajo que mantengo desde hace años, cuidando al máximo los detalles y trabajando con ilusión y ambición. Mi autoexigencia siempre es máxima.

--¿Usted es un entrenador tremendamente meticuloso?

--Soy un entrenador que quiere que todo lo que dependa del cuerpo técnico esté sincronizado y no se descuide ningún detalle. Tratamos de darle todo al jugador para luego exigirle al máximo. El míster tiene que ser el jefe y el que manda. Eso es una premisa básica para que un club funcione. Al jugador le exijo máxima implicación y compromiso.

--¿Es decir que Garrido es un entrenador a la inglesa, es decir con funciones de mánager?

--Los clubs que funcionan bien son los que saben dar al entrenador su verdadero papel. El entrenador tiene que saber entenderse con sus directivos, porque son los que toman decisiones muy importantes. Llevo 12 años en el club y me conocen bien, igual que yo al club y a sus propietarios. En mí se están delegando las funciones propias del técnico en el día a día. La persona de referencia para el equipo tiene que ser el técnico y quien toma las decisiones. Esto redunda en la estabilidad.

--Hablando de estabilidad, ¿por ese camino se conducen las renovaciones con contrato largo de algunos futbolistas?

--La estabilidad y confianza que necesitan jugadores como Bruno o Cani, que ahora renuevan sus contratos. La estabilidad implica que el club en lugar de hacer muchos fichajes valore a la gente que tiene en casa y le dé continuidad y confianza. Probablemente estos acaben siendo nuestros mejores fichajes y beneficie el rendimiento de hombres como Diego López, Cani, Bruno, Cazorla… que serán vitales para el Villarreal. Antes, todos ellos formaban parte de un grupo de muy buenos futbolistas, ahora ellos son los hombres estandarte del proyecto. Es el caso de Bruno, Cazorla, Cani, Diego López… todos están en una edad muy buena para ofrecer lo mejor de sí mismos. Han llegado a coger un peso y protagonismo que revertirá en la estabilidad del club.

--¿Se siente respaldado el entrenador del Villarreal?

--Me siento respaldado al máximo. Me conocen bien después de 12 años y me demuestran día a día que confían en mis criterios.

--¿Vamos, que se siente un hombre de club al 100%?

--El entrenador y el club son lo mismo. Al final tienen que consensuar sus opiniones, ya que los dos van por el mismo camino.

--¿Al final contará con Altidore para la próxima temporada?

--Depende del club y del mercado. Es un futbolista al que le veo cosas importantes. Si al final se queda, tendrá minutos. Es joven y posee grandes cualidades, pero primarán los temas económicos.

--¿La plantilla que tiene ahora es la que empezará la Liga o todavía se producirá alguna salida?

--Me han dicho que no están previstas salidas importantes. Si se marcha un jugador, lo normal es que se le reemplace, pero el gran fichaje del equipo es que se mantendrá casi todo el bloque del año pasado, que era muy bueno.

--Avisó en la gala de presentación de la temporada que se tomarían decisiones impopulares. En ellas ha pesado el mantener la disciplina y la profesionalidad, ¿no?

--Velaré siempre por que se mantenga la responsabilidad y la profesionalidad. La disciplina en un vestuario es una cuestión innegociable. Las decisiones que se han tomado, y que yo califiqué en su día de impopulares, vienen por algún motivo. En este club nadie actúa a la ligera. La gente tiene que confiar en los que llevan las riendas del club, porque han demostrado con el tiempo que saben muy bien lo que hacen.

--Otra decisión complicada es qué pasará con Juan Carlos. ¿Se valora cederle a un Primera?

--La decisión de que se quede es algo que debemos madurar este mes. Disponemos de tres grandes porteros y vamos a jugar tres competiciones. Todos tienen cabida. Hay que meditarlo mucho. Juan Carlos posee ofertas de Primera, pero es un jugador muy importante para nosotros.