La Comissió de Penyes avala la regulación de los casals para todo el año, que quiere consensuar el Ayuntamiento antes de mayo del 2019, para frenar los conflictos de ruido y salubridad, entre otros. La única condición, según el secretario del ente, Borja Llop, es clara: «Siempre y cuando no nos perjudiquen». El representante del colectivo, que aglutina a un centenar de peñas de Vila-real, cree que «hay que buscar soluciones, exponer opiniones y conseguir un punto medio, porque la convivencia vecinal y estar a gusto es algo primordial».

Llop remarca que la mayoría de grupos que forman parte de esta entidad «cumple y se comporta, porque saben que en caso de no hacerlo pueden salir perjudicados, como por ejemplo en la revisión de cadafals de la Vila». «Pero a los que no están dados de alta no les podemos exigir que limpien, ni nada, eso ya es papel de la Policía Local», puntualiza.

TESTIMONIOS // Una de las calles que desde el consistorio apuntan como «problemática» es Tremedal. Allí tiene su sede Casal i Punt desde hace un año. Uno de sus miembros, Juan Reolid, explica: «Nosotros cumplimos la normativa y estamos sobre todo en las dos semanas de celebraciones de la ciudad. Pienso que las quejas durante todo el año se producen por peñas no oficiales, como aquí que hay una concentración en la esquina con la calle Santa Llúcia. Que se aumenten las sanciones o se cierren locales, pero que no nos saquen fuera como pasa en otros lugares».

Otros puntos señalados son la calle San Joaquín, Salvador y Santa Anna. En este último punto tiene su casal la peña Greskà. «Siempre que los vecinos nos han pedido algo hemos colaborado. Aquí, la única cosa que pasa es que existe una concentración de cuatro locales y vamos todo el año. Tenemos limpiadora y no ponemos música. Estamos a favor de la norma, pero hay demasiados controles policiales en la zona», tal y como relata Laura Cabrera.

MESA DE TRABAJO // Por otro, desde el órgano que gestiona las peñas de la localidad también informan de que, de momento, no les han convocado a la mesa de trabajo para perfilar la futura reglamentación. La teniente de alcalde, Silvia Gómez, prevé que será «en breve». La también edila de Seguridad conformará este grupo junto al primer edil, José Benlloch, Junta de Festes, Policía Local, partidos políticos con representación municipal, las áreas de Fiestas y Participación Ciudadana y la Comissió de Penyes.

«Incidimos en la vigilancia desde hace meses, ya que nos preocupa lo que pasa. Hay que ser estrictos con los horarios para respetar a los vecinos», asegura Gómez.