Los dos grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de Vila-real, PP y Ciudadanos (Cs), se alían para reiterar su exigencia al ejecutivo local que lidera el socialista José Benlloch, en el sentido de licitar un nuevo pliego de limpieza viaria al considerar el actual como «insuficiente».

Sin embargo, para el alcalde Benlloch el problema no reside en el contrato, al que el consistorio destina un millón de euros anuales, sino en la necesidad de que «la pequeña parte de ciudadanos que abandona enseres tome conciencia que el sobrecoste que supone la retirada de los mismos lo pagan todos los vecinos».

Y es que tanto desde el PP como desde Cs vienen responsabilizando al munícipe de que «la ciudad está sucia». Al respecto, Benlloch califica a la formación que lidera Domingo Vicent como de «partido de la basura», en el sentido de que, como matiza, han hecho «bandera política» en los últimos meses en este asunto. Además, el primer edil concreta que «se está trabajando por buscar soluciones para tener la máxima limpieza».

Con todo, el alcalde reitera que «el auténtico problema es el abandono de voluminosos», a la vez que recrimina a la oposición, en especial a Ciudadanos, que las acusaciones contra el Ayuntamiento se transforman en una defensa de actitudes incívicas. «Quienes no cumplen la ordenanza son un 5% de los vecinos y ustedes todavía salen a aprobar esas actitudes con su demagogia, lo que castiga al restante 95% de ciudadanos que sí que se ajustan a las norma vigente», detalla.

«VETO» // Por su parte, el portavoz del PP, Héctor Folgado, acusa a Benlloch de «vetar» la propuesta popular de licitar un nuevo acuerdo de limpieza. «El alcalde ha decidido no mirar hacia los problemas de la ciudad», añade.

Y Vicent insiste en que «el documento actual, que data del 2009, no para de ser parcheado».