La comunidad de personas que forman parte de la Joventut Antoniana de Vila-real vivió ayer una celebración muy especial de su fiesta anual. Y es que, para la ocasión, los antonianos contaron con la presencia del ministro de la provincia franciscana de la Inmaculada Concepción de España, fray Juan Carlos Moya, quien destapó una placa conmemorativa del centenario de la entidad social y religiosa, y aprovechó para repasar la vida de San Antonio de Padua, «que lo dio todo por las personas», a la vez que pidió a los presentes «seguir su ejemplo de amor y misericordia al prójimo».

El descubrimiento de la placa colocada en una de las paredes de la plaza en la que están la parroquia y convento de los padres Franciscanos (en la que se puede leer Amb motiu del primer centenari de Joventut Antoniana i en agraïment a la comunitat franciscana i a les persones que han format part de l’entitat) dio paso a la tradicional misa en una iglesia abarrotada de fieles. Un oficio religioso en el que no faltó la bendición y reparto de los panets a los asistentes.

En la cita también aprovecharon para que 17 nuevos integrantes de la Joventut Antoniana escenificaran la vestición de medallas, un acto que da oficialidad a la integración en el colectivo. Posteriormente, el conjunto de antonianos, a los que se sumó fray Juan Carlos Moya, disfrutaron de una cena de hermandad en un espacio único, como es el claustro manierista del convento.

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Las actividades de los festejos anuales en honor a San Antonio de Padua siguen hoy, con la vigilia que tiene lugar a partir de las 23.00 horas. Mientras, el domingo la asociación celebra su fiesta principal, que arrancará a las 10.30 horas con la eucaristía que presidirá y en la que predicará el padre Francesc Costa Planagumà, párroco y director espiritual de la entidad.

Tras la misa se desarrollará la tradicional procesión por las calles Betxí, Tremedal, Sant Antoni, Comte Albay, plaça de la Vila, plaça Major, Major Sant Domènec, Raval del Carme y final en el convento de los padres franciscanos, sede de los antonianos. Y a las 14.00 horas está prevista una comida de hermandad.

El programa de actos acabará el lunes, con la misa por los difuntos, que oficiará el fraile y sacerdote Miquel Almiñana Martínez, vicario de la parroquia.

La Joventut Antoniana tiene como base de su existencia la ayuda a las personas necesitadas. De hecho, este colectivo atiende a un centenar de familias que tienen serias dificultades para sobrevivir, a las que se dota de productos y ayudas, tanto de alimentación como de luz o gas.