Tal día como ayer, pero 25 años atrás, nacía oficialmente una de las entidades que desde ese mismo momento ha dedicado todos sus esfuerzos a dar a conocer y sensibilizar a la sociedad sobre los problemas con los que se encuentran a diario las personas que tienen alguna discapacidad. Era el 19 de enero de 1996 cuando aprobaron los estatutos de Acudim, aunque sus promotores, y al frente la eterna presidenta Fina Mora, ya estaban de lleno en el trabajo un año antes.

Hoy son muchos los vecinos de Vila-real asociados a Acudim (acrónimo de Asociación Colectivo Unión de Integración al Discapacitado), una agrupación que cuenta con la colaboración de varios voluntarios y de personal laboral. En su haber de actividades no faltan todas las que promueven la integración y la superación de las personas que tienen capacidades diferentes, tales como yoga, cocina, risoteraria, bricolaje, memoria o lectoescritura. Pero si por algo se conoce a este colectivo es por su incansable labor para eliminar las barreras arquitectónicas en la ciudad. Y es que, entre sus principales objetivos, está que Vila-real sea un municipio 100% adaptado, de manera que quienes tienen algún problema de movilidad (pero también los residentes que caminan con carritos de bebé o con carros de la compra) puedan transitar por el casco urbano como cualquier otro ciudadano.

Con todo, y según apunta la presidenta de Acudim, Fina Mora, «se ha hecho muchísimo durante este cuarto de siglo, pero todavía queda mucho por hacer».

«Las personas con discapacidad somos ante todo personas, con todos los derechos pero también con todas las obligaciones», comenta Mora, quien recuerda las muchas colaboraciones a la hora de realizar campañas de sensibilización, como las mantenidas con diferentes instituciones, como ayuntamientos (en especial con el de Vila-real), la Policía Local o Caixa Rural Vila-real, cuya oficina central de la plaza Major «fue la primera en contar con unos lavabos adaptados», recuerda la presidenta.