Después de una agónica tanda de penaltis en la que el submarino amarillo ha demostrado ser un equipo maduro y campeón, los aficionados se han echado a las calles para celebrar la histórica victoria que trae consigo incontables alegrías y noticias positivas.

La campana de la Arciprestal no ha tardado en sonar y ser escuchada en todo el pueblo. Solo el sonido los coches haciendo sonar el claxon han sido capaces de hacer sombra a las campanas de la alegría.

La noche va a ser muy larga en Vila-real, y los vídeos y fotos de la celebración muestran el enorme orgullo que sienten los vila-realenses por su equipo que ha paseado el nombre del pueblo por toda Europa hasta alzarse con el título de campeones.