El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

2,8 millones de euros

La burocracia retrasa al próximo año la obra de la depuradora de Vora Riu de Vila-real

La dificultad de pagar a la treintena de propietarios y que agosto sea casi inhábil frenan los avances

Las obras se han retrasado al próximo año Mediterráneo

Vila-real no empezará finalmente las obras para suprimir la depuradora de Vora Riu hasta el año que viene. Aunque la previsión de hace unos meses del Ayuntamiento, tal como publicó Mediterráneo en julio, era la de comenzar los trabajos a finales de este ejercicio, todo estaba condicionado a la celeridad con la que pudiera acabar de expropiar todos los terrenos para poder cedérselos a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), que es la que sufragará las tareas.

El motivo de este nuevo retraso es la «complejidad» que está teniendo el consistorio para superar este farragoso trámite. Como explica el concejal de Territorio, Emilio Obiol, a la «dificultad de identificar» a la treintena de dueños de las parcelas hay que añadir que «el mes de agosto es prácticamente inútil», lo que ha creado «unos problemas que no estaban contemplados en un principio». No en vano, que haya tantos propietarios y que a muchos ha costado localizarles ha dilatado aún más el proceso administrativo.

Por ello, tal como le trasladó el edil en una reciente reunión al gerente de la Epsar, Juan Ángel Conca, Obiol se pone como plazo que «en unos 15 días» el Ayuntamiento haya podido pagar a todos los implicados para que, «en torno al 1 de octubre», puedan dar «de forma definitiva» el suelo a la entidad autonómica dependiente de la Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica.

Todo a punto

Una vez la pelota esté en su tejado y ya dispongan de los terrenos, la Epsar reactivará la adjudicación de las obras, ya que, como le corroboró su gerente a Obiol, tienen todo «preparado» para no perder más tiempo. Hay que recordar que las obras ya salieron a concurso público por unos 2,8 millones de euros, por lo que, tras los últimos flecos para completar la expropiación y la cesión del suelo, la Generalitat solo tendrá que escoger cuál de las 12 empresas que se presentaron a la puja se lleva el contrato. A tenor de los plazos, el concejal de Territorio confía ahora en que la obras «puedan comenzar en el primer cuatrimestre del 2023».

Son unas tareas que consisten en la eliminación de la depuradora «altamente contaminante» de Vora Riu (que data de 1978 y cuesta anualmente al Ayuntamiento unos 100.000 euros de multa por los vertidos de aguas al Millars) y la instalación de la conexión necesaria para llevar las aguas residuales que se trataban en esta EDAR a la depuradora de Almassora, que «se convertirá en una mancomunada para los dos municipios».

Garantizar el futuro

Aunque a alguien le pudiera parecer que una sola depuradora no dé abasto para dos localidades del tamaño de Vila-real y Almassora, Obiol remarca que la infraestructura «tiene una capacidad más que suficiente para asumir los registros actuales de depuración de aguas negras y los proyectados cara al futuro», ya que ambas poblaciones «tendrían que crecer mucho» para llegar a su límite. Por ese motivo, el también responsable de Movilidad hace hincapié en que «no solo se trata de una situación de presente, sino también de un proyecto para asegurar el futuro». 

Compartir el artículo

stats