REPORTAJE

Así es la casa museo de uno de los artistas más reconocidos de la provincia de Castellón

La vivienda atesora un importante legado y, tras pasar a patrimonio público, impulsará la puesta en valor de la obra y la colección propia de quien fuera su dueño

Entrar en ella es adentrarte en un mundo en el que el arte es el auténtico protagonista. La casa museo del reconocido pintor y escultor Vicente Llorens Poy, Hijo Predilecto de Vila-real e Hijo Adoptivo de Torrehermosa --pequeño municipio zaragozano en el que nació Sant Pasqual-- es mucho más que una vivienda al uso. Es un auténtico museo tejido durante décadas, con gusto y esfuerzo, por quien fuera autor, entre otros monumentos, de los dedicados a Jaume I en Vila-real y Almassora, el que representa la fundación de Castelló en la plaza Santa Clara o el de la plaza vila-realense del Llaurador.

Una de las salas acoge parte de la grandiosa obra del vila-realense Vicente Llorens Poy.

Una de las salas acoge parte de la grandiosa obra del vila-realense Vicente Llorens Poy. / TONI LOSAS

Su proyección, tanto dentro como fuera de España, es indiscutible. Y ahora, tras la compra de su residencia por parte del Ayuntamiento, todavía se internacionalizará su figura y su obra, más si cabe, con la puesta en valor de las más de 1.000 piezas que componen el contenido de la casa, ubicada en la calle Ermita y a escasos 600 metros del renovado Estadio de la Cerámica y de la plaza del Llaurador.

Las estancias

El acceso a la parte edificada de la casa museo de Llorens Poy, con cerca de 900 m² construidos, se realiza por un jardín con pinos y otras especies de árboles, en el que no faltan las reproducciones en miniatura de los Jaume I de Vila-real y Almassora, y del monumento al labrador.

El recibidor por el que se entra a la casa ya denota la huella plasmada por Llorens Poy en cada uno de sus rincones. Y en el amplio salón inicial se entremezclan decenas de cuadros, esculturas y dibujos, tanto propios como los adquiridos por el artista vila-realense durante su vida.

Entre los dibujos y las fotografías destacan los relativos al rey emérito, Juan Carlos I, junto a su amigo Llorens Poy. Pero también están las litografías de su colección de torsos desnudos. Unas escaleras acceden al piso superior, donde Llorens Poy habilitó una de las salas expositivas. Allí se halla, entre otras piezas, un Cristo crucificado de estilo románico y del siglo XIII, así como un óleo de 1609, de Andrés López, quien trabajó en las cortes de Felipe III y Felipe IV. En la planta baja está el comedor, convertido en museo, y otra sala.

El taller de trabajo de Llorens Poy completa el inmueble. Allí el artista dio forma a sus creaciones, incluidos lienzos de la Real Capilla y el sepulcro de Sant Pasqual.