De la temporada 2011/12 hasta la 2019/20 ganó 9 títulos de la Serie A italiana de manera consecutiva, pero el pasado ejercicio 2020/21 fue un punto de inflexión en lo negativo. La Juventus de Turín, el club más grande de Italia por antonomasia, atesora 70 títulos entre Liga, Copa y Supercopa de su país, unido a todos los trofeos posibles a nivel internacional: Champions League (o Copa de Europa), Recopa, UEFA, Supercopa de Europa y Copa Intercontinental. Un rival que si le hubiera tocado en suerte hace tres o cuatro años sería más que temido, pero que ahora es tan solo un equipo histórico venido a menos.
El oponente al que se enfrentará el Villarreal en octavos de final no es tan fiero como su nombre y su escudo indican. Ello es así, en gran medida, por la trayectoria irregular de la Vecchia Signora en el primer año sin Cristiano Ronaldo. Un equipo que antes de Navidad ya ha perdido el Scudetto y todo apunta a que sufrirá otra vez para acabar entre los cuatro primeros en Italia, pero que finalizó la fase de grupos de esta Champions en primer lugar y derrotó al Chelsea.
La Juve cerró una etapa este verano con la salida de Cristiano. El luso llegó en 2018 con el objetivo de ganar la Champions pero no pasó de cuartos. Es la obsesión de un club que levantó la Orejona por última vez en 1996 y desde entonces ha perdido cinco finales.
Primero fue el Ajax. Y en los cursos posteriores, en los octavos de final, el Lyón y el Oporto. Precedentes para alentar el optimismo del Villarreal, que por potencial tiene poco que envidiar a la Juve.
Massimiliano Allegri, repescado este verano para el banquillo, tampoco ha logrado que el equipo sea fiable defensivamente, pilar básico en su pragmática filosofía. A ello han contribuido las lesiones de piezas clave como Danilo y Chiellini. Sin embargo, la gran laguna de la Juventus es la creatividad en la sala de máquinas, herencia de una mala planificación deportiva y que el buen nivel de Manuel Locatelli no ha podido compensar.
Inseguro pero peligroso
Pese a ello, no será un rival fácil de batir. De aquí a febrero puede cambiar muchas cosas. Desde mediados de septiembre a finales de octubre, el cuadro bianconero hiló 9 partidos sin perder, ganando al Chelsea. Luego volvió la inseguridad, con tropiezos ante rivales modestos y el baño de realidad en Stamford Bridge (4-0). Pero si la Juve logra ser fiable en una defensa que lidera Bonucci todo puede pasar, ya que en ataque cuenta con jugadores determinantes como Dybala, Chiesa, Morata, Kulusevski, Bernardeschi o Cuadrado.
