Villarreal B-Zaragoza: Duelo de heridos y ambientazo del Estadio de la Cerámica

Hay que hacerse la idea de ir a comprar unas cuantas pilas para la calculadora. Y no unas pilas cualquiera, sino unas de esas que se conocen por alcalinas, que duran más, y a la vez son más caras. Y es que este Villarreal CF B está hecho, mientras no se demuestre lo contrario, a hacer sufrir... y mucho. Y cada jornada que pase, habrá que hacer cálculos para ver cómo anda el casillero y tener presente que para salvar los muebles, habrá que sumar entre 50 a 54 puntos a final de curso. Y, hoy en día, con la marcha que lleva el equipo, está complicado, que no imposible. Es la realidad.

Un Villarreal B en descenso recibe esta tarde en el Estadio de la Cerámica al todopoderoso Real Zaragoza, metido en un buen lío. El equipo dirigido por Julio Velázquez (exentrenador del Submarino) anda casi más cerca de los puestos de descenso que de los que le deberían corresponder, los de la fase de ascenso a Primera División. Un conjunto aragonés que siempre tira la moneda arriba y pocas veces le sale cara. Muchas veces le sale cruz y en otras, para colmo, la moneda cae de canto.

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Necesitados

Por lo tanto, sobre el césped se mezclarán dos equipos necesitados de puntuar. A favor del filial amarillo de Miguel Álvarez está que en casa es un equipo más fiable (bastante más) que cuando actúa de visitante, donde se le hace todo muy grande y el mundo se le viene encima. Basta con decir que solamente lleva un triunfo lejos de La Cerámica. Hoy le visita un Zaragoza que viene de estrellarse contra el ascendente Cartagena en La Romareda. Vamos, llega escocido.

Enfermería

Y para esta cita, el Villarreal B vuelve a tener una retahíla impresionante de bajas: Pablo Iñiguez, Hugo Pérez, Víctor Moreno, Carlos Romero, Jordi Ortega, Alberto del Moral… Para temblar. Se echará en falta el trabajo de Alberto en el centro del campo, donde el joven Aitor Gelardo tendrá la misión de reemplazarle. 

Entran en la citación tanto Andrés Ferrari como el fichaje invernal Hugo Novoa. Pero hay muchos lesionados en el momento cumbre de la temporada. Ahora que todavía hay un buen margen para mejorar. Faltando cinco jornadas para acabar este baile, sería imposible recuperar el compás.

En un principio, el Zaragoza llegará a Vila-real con todo su arsenal, que unas veces dispara más y otras menos, pero acompañado por cerca de 2.000 seguidores que se dejarán oír mucho, a no ser que la afición del Villarreal dé un paso adelante y se acerque al Estadio de La Cerámica para animar a los muchachos de Miguel Álvarez, los cuales agradecerían este detalle.

Las únicas bajas visitantes serán las que arrastran de las últimas semanas: Carlos Nieto, Andrés Borge y Raúl Guti.

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