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La capital de la Plana navegó ayer entre dos aguas, como dice la canción más popular del desaparecido Paco de Lucía. Las precipitaciones de primera hora de la mañana desaparecían sobre las 11.00 horas para dar paso a claros y un tímido sol, que se abría paso en un día gris. A mediodía, la calma reinaba en Castellón y las acumulaciones de agua en carreteras y calles desaparecían. Esa misma tónica se mantuvo durante toda la tarde, en la que los vecinos abandonaban sus casas para dar paseos por el centro de la ciudad y caminar por las playas del Grao, cuyo mar alborotado atraía a los surfistas más atrevidos.

Todo ello, después de una noche toledana, en la que la lluvia cayó de forma ininterrumpida y notable. Como refleja el dicho popular, después de la tormenta llega la calma y la climatología dio un respiro a los castellonenses en la tarde de ayer, después de que hubiesen caído casi 20 litros por metro cuadrado. El cielo decide hoy si retomar las lluvias, aunque parece que el agua no dará tregua, pues la probabilidad se mantiene en el 95%. H