Las ocho organizaciones empresariales de la Comunitat Valenciana unieron ayer sus fuerzas para exigir al Gobierno central un decálogo de infraestructuras prioritarias cuya culminación consideran inaplazable.

El documento que presentaron en la sede de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) incluye dotaciones ferroviarias largamente reivindicadas en la provincia de Castellón como el corredor mediterráneo de mercancías y de pasajeros en el plazo fijado del año 2015; la mejora de la actual conexión entre Sagunto y Zaragoza; o el acceso ferroviario sur al puerto de Castellón con la consiguiente plataforma intermodal. En materia de agua reclaman una solución al “déficit hídrico estructural”.

En el acto celebrado en Valencia estuvo presente la presidenta de la Cámara, Lola Guillamón, y de la CEC, José Roca.

En la comparecencia de ayer los empresarios escenificaron su hartazgo con el Gobierno por la “discriminación permanente” en materia inversora. El presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, habló de “ninguneo” y, tras proclamar un sonoro “basta ya”, aseguró que las ocho organizaciones van a dejar de ser “chicos buenos” porque “hasta aquí” han llegado.

DÉFICIT INVERSOR // El documento que remitirán a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y a su homólogo de Hacienda, Cristóbal Montoro, denuncia que el déficit inversor del Estado con la Comunitat en el período 2000-2014 alcanza los 6.450 millones de euros. Los Presupuestos Generales del 2014 consignan una inversión de 121,4 euros por cada valenciano mientras la media nacional es de 209,55 euros y, en regiones como Castilla y León, el gasto llega a 556 euros por habitante.

El decálogo empresarial incide en la exigencia de que el Corredor llegue a Castellón el próximo año 2015 sin obviar la conexión con Tarragona y Barcelona.

En la actualidad, solo el tramo entre Moncofa y Castellón está en obras con el cambio de las traviesas para volver al ancho ibérico. Respecto al resto de tramos de la provincia, el consejo de administración de Adif adjudicó en abril los contratos de seguridad y comunicaciones entre Castellón y Vinaròs por 11,5 millones a las empresas Vías y Construcciones, Torrescámara y Cía de Obras y Electren; mientras Acciona y Comsa se hicieron con los 7,2 millones del tramo entre Vinaròs y Vandellós (Tarragona), en ambos casos para adaptar las vías y las catenarias al ancho ibérico, que se mantendrá en la vía que discurre más cercana al mar y convivirá con el ancho europeo.

Más retrasado está el acceso ferroviario sur al puerto de Castellón, otra de las infraestructuras que reivindican los empresarios. En este caso, si bien el mantenimiento del ancho ibérico garantizará la conexión portuaria con el Corredor, la infraestructura no estará lista antes del año 2017.

ESTUDIO // El estudio informativo aún está pendiente de la declaración de impacto ambiental, que podría estar este verano. Después, el Gobierno deberá redactar los proyectos constructivos e incluir dinero para las obras en los Presupuestos Generales del 2015.

El catálogo de infraestructuras también incluye la finalización de la CV-10 hasta Tarragona. El Gobierno aprobó en abril el estudio informativo del tramo entre la Jana y el Perelló (Tarragona) tras 12 años de espera, lo que abre la puerta a la redacción de los proyectos constructivos. Una prueba tangible del retraso que critican los empresarios se da en el inexistente tramo entre Vilanova d’Alcolea y la Jana que debería haber culminado en 2010. H