Al final hubo acuerdo. PP, PSPV-PSOE, Bloc-Compromís y Esquerra Unida decidieron por unanimidad mantener los sueldos de los cargos electos del consistorio de la capital tal y como están en la actualidad, al tiempo que establecieron un tope para que nadie perciba una nómina superior en 3,5 veces la del empleado que menos cobre en el Ayuntamiento, es decir, el grupo que conforman los ordenanzas, telefonistas y brigada de obras. De este modo, queda establecida una tabla salarial única para la corporación, independientemente de quién gobierne a partir de mayo, con lo que se garantiza que nadie pueda cometer un abuso salarial y se logra que si se rebajan las nóminas de los funcionarios también suceda lo mismo con la de los políticos.

La oposición fue quien puso sobre la mesa esta propuesta --concretamente el grupo de Enric Nomdedéu-- que ve adecuado que el alcalde cobre al año unos 74.000 euros brutos (3,5 veces el menor sueldo). “Se da la circunstancia que la retribución de Alfonso Bataller está ligeramente por debajo de esa cifra que ellos consideran justa y apropiada, lo que demuestra que el Partido Popular antes incluso de la crisis económica ya estableció unos parámetros para evitar excesos que hoy ve bien la oposición y que, por cierto, se ajustan a las demandas de la nueva ley nacional”, explicó el concejal y presidente de la comisión de Transparencia, Juan José Pérez Macián, quien añadió que, teniendo en cuenta el acuerdo alcanzado “e inspirados por la objetividad”, el resto de la corporación percibirá su sueldo “conforme a su responsabilidad y dedicación. Cuanto mayor sea más retribución obtendrán”. En la reunión se decidió adaptar el consistorio a las novedades relativas a la ley de transparencia “para que se cumplan al máximo y lo más pronto posible”.

El día 13 se reunirá por última vez la comisión para elevar al plenario cuanto se ha acordado en el último año y medio de trabajo. Como se comprometió Pérez Macián en su día, todos los asuntos abordados han recibido el visto bueno por unanimidad. H