Avalancha de consultas en los ayuntamientos a cinco días de empezar el curso escolar tras el anuncio de la Generalitat de reeditar la ayuda de libros para Primaria y Secundaria, de hasta 200 euros por alumno. Las dudas, sin embargo, quedan reflejadas, pero sin solución. Desde el anuncio del president, Ximo Puig, “que ha calado mucho”, las familias “no han parado de preguntar, en un alud de cuestiones a las que no podemos contestar hasta que Educación no oficialice la normativa”, señala Enric Porcar, concejal de Educación de Castellón. “Solo podemos decir a los padres que esperen, y buscar medidas extraordinarias para las familias que no pueden ni comprar los manuales”, explica el edil.

Los municipios esperan que “el decreto esté lo más pronto posible” para mover ficha, aunque la mayoría ya han empezado a trabajar en buscar presupuesto para hacer frente al 33% que les corresponde. “Prepararemos una nueva partida para afrontar estos pagos”, explica Rosario Royo, concejala de Educación de Vila-real. Mª José Safont, alcaldesa de Burriana y edila de Educación, dice que “ya se está haciendo un estudio económico”. “Lo primero es tener la orden sobre la mesa, y después elaboraremos un protocolo de actuación”, señala. En Almassora han abierto un canal en las redes sociales y en la web municipal para atender estas cuestiones y dar a conocer los detalles cuando el Consell publique la orden.

Vinaròs se adhirió ayer a la medida y pidió a los padres que, pese a haber repartido sus propias becas, “guarden las facturas para solicitar las de Generalitat”, informa Javier Flores. En la Vall, “la partida de ayudas se ha paralizado, para no duplicar, pero el dinero previsto inicialmente no será suficiente”. Mientras, Benicàssim cumple con la ayuda universal en libros a todos los escolares y Cabanes anuncia que mantiene los 100 euros por alumno. En esta coyuntura, el pleno del Consell aprobó ayer un decreto-ley por el que otorga competencias en educación ---además de salud y servicios sociales--- a los consistorios, al considerar que afecta a servicios sensibles en los que la incertidumbre jurídica puede paralizar su prestación y perjudicar directamente al ciudadano.

DUDAS // Y no solo son los ayuntamientos. Las AMPA son las que reciben también el primer golpe de dudas. “¿Qué debemos presentar? ¿A quién debemos pedir las ayudas? ¿Al Ayuntamiento, a la Diputación, a Generalitat, al colegio? He comprado el libro a la AMPA y no me ha hecho factura, ¿qué hago? ¿Podré desgravar los libros si accedo al nuevo bonolibro?”. Son solo la punta del iceberg de las cuestiones que plantean los padres. Suso Monforte, del AMPA del colegio Herrero, explica que les “falta información”, mientras los whatsapp bullen. Silvia Centelles, presidenta de FAPA, anuncia que “se ha creado un buzón de dudas que se trasladarán a Valencia”. Lo que sí se ha despejado es que “si los libros los ha comprado la AMPA, con un documento acreditativo del pago bastará”, avanza la alcaldesa de Burriana. Y que “se puede repetir la factura si se ha perdido”, dicen en Argot. Mientras, los padres consultados esperan “cobrar cuanto antes, porque el desembolso ya está hecho”.