La concejala de Sostenibilidad Ambiental de Castellón, Sara Usó, ha pedido a los técnicos un informe sobre el estado del patrimonio arbóreo en todos los parques y jardines de la ciudad después de la caída de parte de un almez en el parque Ribalta y de un pino en el Pinar del Grao con apenas unas horas de diferencia. Dos sucesos que se suman a la caída de otro árbol en el Ribalta y una rama del ficus de María Agustina, que causó heridas a una vecina.

Hace aproximadamente dos meses, uno de los árboles del parque Ribalta (cerca de la Pérgola) ya acabó en la acera ante el estupor de los viandantes que pasaban en ese momento por la zona. Un suceso extraño que no tuvo mayores consecuencias, ni daños personales o materiales.

Sin embargo, el desplome el jueves de otro de los árboles del parque, el de un pino ayer en el Grao y la rama de María Agustina, han hecho saltar las alarmas en el consistorio. Aunque Usó aseguró que los datos técnicos que tienen “sobre la mesa apuntan a que se trata de hechos aislados”, han “decidido encargar este informe para saber la situación real, minimizar el riesgo de caídas en caso de que se detecten problemas y garantizar la seguridad de las personas”, explica.

Del mismo modo, la edil argumenta, respecto al almez del Ribalta, que “la podredumbre en el interior de la rama ha podido ser la causante de que uno de los brazos se partiera a unos 10 metros de altura sobre la base y después cayera al paseo”. Se decidió talar por completo el ejemplar, de entre 50 y 60 años, “puesto que revestía peligrosidad por el estado interior del árbol y por cómo habían quedado el resto de ramas”. Mientras, el pino del Grao, que ya estaba ladeado, cayó ayer vencido por el peso de las ramas, según explicó la propia Usó. H