Bankia ha renegociado, desde el 2009, con 100.000 clientes las condiciones de sus créditos para flexibilizarlas y adaptarlas a la capacidad real de pago. Para el 85% de estos, la solución ha sido definitiva para evitar dejar de pagar a la entidad y entrar en morosidad. Las operaciones más frecuentes beneficiadas han sido las hipotecas de clientes particulares, el 50% del total de las operaciones; el 35%, en créditos al consumo; y el 15%, en empresas. Las soluciones que se ofrecen a los clientes son diversas: agrupar las deudas hipotecarias, tarjetas y de consumo; alargar plazos de pago; o diseñar un nuevo sistema de amortización, con periodos de carencia o cuotas crecientes. Además, Bankia ha puesto en marcha un protocolo de actuación y recuerda que ya ofrecen dación en pago para quienes carezcan de bienes e ingresos.