El Centro Democrático y Social, el CDS de Adolfo Suárez, anunció en aquella semana de febrero a su gran fichaje para las elecciones municipales. Fue el ingeniero Hipólito Beltrán, que había militado años antes en la Unión de Centro Democrático. Hipólito Beltrán iba a ser el cabeza de lista en la candidatura municipal por el Ayuntamiento de Castellón en las elecciones municipales previstas para aquel mes de mayo de 1987. Beltrán dio la campanada y consiguió un grupo municipal de cinco ediles que se convirtieron en la bisagra para decidir la gobernabilidad del Ayuntamiento de Castellón a partir de mayo.