Un estudio de la Universitat de València vaticina que en 36 años el valenciano será residual. Una alumna de Física, Clara Miralles, ha elaborado un trabajo de final de carrera, dirigido por el profesor Manuel Perucho, en el que alerta que en el 2050 el porcentaje de valenciano hablantes será inferior al 10% si se mantiene la tendencia. Miralles se ha basado en las encuestas del Servicio de Investigación y Estudios Sociolingüísticos de la Generalitat y la Acadèmia Valenciana de la Llengua y ha hecho una simulación desde modelos de la física y estudios matemáticos.

El primer modelo matemático se basa en dos lenguas en competición: valenciano y castellano. El modelo postula que la cifra de hablantes de cada lengua está también determinada por un parámetro que refleja el atractivo de esta, es decir, las oportunidades sociales y económicas que ofrece a sus hablantes. En este modelo, la ecuación describe que, en función de este desigual atractivo, una lengua desaparece bajo la preponderancia de otra. El segundo modelo incorpora un tercer bloque: el bilingüe y predice que el bilingüismo se mantendrá en función del grado de similitud entre las dos lenguas que compiten y que el trasvase de un hablante de una lengua a otra suele pasar por un estadio intermedio, el del bilingüismo, y este estado será más estable conforme más similares sean ambas lenguas.

“Los datos muestran una clara tendencia decreciente en el uso del valenciano, tendencia que según las aproximaciones del modelo, conduciría a su minorización y posible desaparición”. “A pesar de que cualquier modelo es una simplicación de la realidad, nos pueden ser de gran utilidad para predecir situaciones futuras a las que se puede llegar si no cambian los patrones vigentes y se toman medidas políticas y sociales adecuadas para reconducir la situación”, afirma Miralles, quien reconoce que el análisis no está territorializado.

Sin embargo, Toni Royo, de Acció Cultural, recuerda que el uso social del valenciano es superior en Castellón a Valencia o Alicante. “Esperamos que esta situación no llegue, pero si no se hace nada podría pasar. Desde los poderes públicos y sociales se puede contribuir a frenar este proceso. La desaparición de la televisión en lengua propia y de líneas en valenciano y la trampa del plurilingüismo, son las amenazas”, dice Royo. H