Era el alma de Els Llauradors”, musitaba ayer a media tarde, con la voz quebrada por la emoción, el director artístico del grupo de música tradicional, Luis Viciano. Acababa de enterarse del fallecimiento del concejal del PP en Castellón e histórico miembro del septeto musical, Miquel Soler, a los 69 años de edad, a consecuencia de un cáncer.

El alcalde, Alfonso Bataller, reunió a última hora de la tarde a los portavoces de los cuatro grupos municipales y decretó un día de luto oficial, que concluirá hoy a las 22.00 horas. La bandera de Castellón lucirá a media asta y se colocarán crespones negros en los reposteros del Palacio consistorial. Todos los actos municipales previstos para la jornada de hoy fueron suspendidos.

La capilla ardiente de Miquel Soler permanecerá hoy en el salón de plenos entre las 11.00 y las 16.00 horas. Posteriormente, a las 17.00 horas, se celebrará el funeral, en la parroquia de la Santísima Trinidad.

Alumno del colegio Herrero y del IES Ribalta y perito mercantil en la Academia Luis Soto, Miquel Soler ejerció como administrativo durante 43 años en una empresa, mientras compaginaba su afición a la música tradicional en Els Llauradors como solista barítono, tras incorporarse al grupo en la década de 1970, pocos años después de su fundación. “Los siete éramos como hermanos, Miquel organizaba todas las actuaciones en los pueblos, era la pieza clave”, recordaba Viciano.

Su gran popularidad, su larga vinculación a la rondalla y el asociacionismo y su carácter afable llamaron la atención del exalcalde de Castellón, José Luis Gimeno, quien le reclutó para la candidatura del PP en las elecciones municipales del 2003.

Soler compaginó en aquella legislatura las concejalías de Tráfico y Sanidad Pública con su pertenencia a la rondalla. “Cuando entró al Ayuntamiento siguió con nosotros salvo días muy puntuales, incluso en estos últimos meses llegó a ensayar para las fiestas de la Magdalena, aunque aquella semana se puso muy enfermo y no llegó a venir a las actuaciones”, recordaba Viciano.

La confianza que en él depositó Gimeno la revalidó después Alberto Fabra, quien en el 2007 le encomendó las carteras de Movilidad, Servicios Urbanos y Ermitas, esta última delegación ligada a su condición de procurador en la basílica de Lledó y a su gran devoción por la Mare de Déu.

En esta etapa, Soler participó activamente en la planificación de la puesta en marcha de la primera fase del TRAM entre el paseo de Morella y la UJI. También activó el actual Plan de Movilidad.

Paralelamente, el edil del PP intensificó su implicación social al asumir la presidencia de la Asociación de Veteranos del CD Castellón y siguió estrechamente involucrado en las fiestas de la calle Sant Blai.

Ya en este último mandato, Fabra le asignó la tenencia de alcaldía del distrito Oeste y las carteras de Servicios Urbanos, Infraestructuras, Mercados y Ermitas. Todas ellas las mantuvo el actual primer edil, Alfonso Bataller. H