NACIMIENTO CASTELLÓN

PROFESIÓN PROFESOR

TRAYECTORIA ESTUDIÓ FILOSOFÍA Y LETRAS EN LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA. HA PUBLICADO 15 LIBROS SOBRE ANTROPOLOGÍA, CULTURA, FILOSOFÍA, TRADICIONES, EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y MEDIACIÓN FAMILIAR. ES DIRECTOR DE LA CORAL DE BORRIOL.

Fiesta de raíces carnavaleras, incluso griegas y romanas, elementos que se conjugan armónicamente, fuego, demonios, santos, esperpentos, teatro, gastronomía, animales, las tareas del campo... Henri Bouché nos traslada con sus escritos y palabras a este mundo etnológico medieval. Es uno de los que más sabe de la Santantonada, fiesta que vive entre emociones cada año. Este fin de seman, Forcall y Borriol han sido los lugares donde el profesor y antropólogo ha vuelto a vibrar con los ritos ancestrales del fuego y la vida. El director de la UNED es habitual colaborador de los medios de comunicación y mantiene el aliento de un largo recorrido en el estudio y análisis de las tradiciones y cultura castellonenses. Es un apasionado de las monumentales barracas y hogueras que prenden en estas noches del invierno agrario, un solsticio que acabó siendo santoral. La música es otra de sus creencias y prácticas, y la universidad, la UNED, sigue siendo el centro de su universo ilustrado.

--¿Cómo ha evolucionado la fiesta de San Antonio Abad?

--Más que una evolución, en algunos lugares, desde hace unos 10 ó 15 años, se ha vivido una revitalización, y aunque se han perdido elementos, la fiesta pervive tanto por parte de los actores como de los miles de espectadores que acuden.

--¿Perjudica tanta masificación en las Santantonadas?

--No, al contrario, le ha otorgado un mayor valor a la fiesta y a todos sus elementos. Es la fiesta más gremial del calendario y cada vez cobra mayor importancia y de la manera que se festeja San Antonio Abad en el territorio valenciano, castellonense, es una fiesta única, además de ser el referente más inmediato del carnaval, con todo un simbolismo ancestral.

--Unas fiestas ancestrales y con muchas raíces primitivas.

--Los orígenes, por ejemplo, en la comarca de Els Ports se sitúan en documentación en el siglo XIV, pero la fiesta es mucho más antigua. Los rituales gremiales agrarios se han dado siempre y su desarrollo tiene un carácter sincrético donde se integran y conviven muchos elementos, personajes, rituales, y la fiesta procede de diferentes épocas y lugares.

--Con el fuego como rito.

--El fuego es antiquísimo, procede del fin de año que se ha celebrado en todas las culturas primitivas coindiciendo con el solsticio de invierno, que era el 25 de diciembre, ahora el día 22. Eran fiestas solsticiales luego fueron cristianizadas. La Iglesia lo tuvo muy difícil porque estaban muy arraigadas, de costumbres ancestrales y paganas y no pudieron cambiarlas, pero sí modificaron su significado y el 25 de diciembre pasó a celebrarse el nacimiento de Jesús; o la fiesta del solsticio de verano, que ha dado paso a la de San Juan.

--Son también el punto de partida de las fiestas de carnaval.

--Desde luego, la botarga de Els Ports son preludio de carnaval, hay personajes como la Filoseta, o Tentadora, el Despullat... estos elementos, el travestismo, los símbolos, hay muchas reminiscencias de la Saturnalia romana, festividades que equivalían a celebrar una Navidad y un Carnaval al mismo tiempo. Las Santantonadas tienen una potente estética que, además, se ha ido reformando con el paso del tiempo. Podemos decir que es una fiesta nueva con raíces antiguas, un rito agrario que se repite, esa forma de aporrear el suelo de los botargas con la cachiporra significa excitar a la madre naturaleza para las buenas cosechas, a la fecundidad vegetal, animal y humana, porque toda fertilidad es precisa para la vida agraria. Hay muchos símbolos: el faldeo de Forcall, o el antiguo rapto de la novia, eran llamadas a la fecundidad humana.

--¿Cúal es elemento más potente de esta fiesta para usted?

--Lo que más me gusta, sin duda, es el fuego, aunque me apasionan todos los personajes que recorren la fiesta de norte a sur. Hay mucho simbolismo, estética, botargas, la Filoseta, el despullat... las indumentarias. Y el fuego es destructivo, catártico, purificador, procede de la celebración del fin de año. El fuego se lleva todo lo viejo, lo malo, genera limpieza. En algunos sitios las mujeres casadas saltaban las hogueras de aliaga para obtener fecundidad, ser purificadas. Las cenizas purifican la tierra. El fuego es caos y punto de partida.

--¿Qué tiraría usted al fuego?

--Al fuego tiraría todos los males del mundo, como si fuera una caja de Pandora, y tiraría hasta la caja. Me quedaría solo con la esperanza, que es lo que nos mueve. Tiraría al fuego las guerras, el odio, los maltratos, bueno, y puestos a tirar pues tiraría también algún libro, y también a algún periodista...

--¿Y la salud de la UNED?

--Está muy bien. Los últimos datos cifran en 1.300 los alumnos reglados y unos 4.000 en enseñanza no reglada. Además, hemos sido pioneros en el curso sénior para mayores de 55 años, que se viene desarrollando desde hace tres años y que ahora va a implantarse en toda España. Desde Castellón somos los primeros, y yo ahora represento a todos los directores del país para este curso senior.

--¿De qué manera afecta a la UNED la nueva Universidad Internacional Valenciana?

--Sobre la VIU, lo que he oído desde esta institución, no desde nuestro rector, es la creación de un consorcio, pero no sé en qué sentido ni en qué términos. La UNED es un modelo universitario de más de 30 años, y en Castellón llevamos 25 años, que significan mucha experiencia. Y este año, además, hemos recibido una inyección de optimismo con una importante inversión en telemática, en la virtualización de las sesiones, aunque lo fundamental son las sesiones presenciales tutorales. Bueno, pero lo de la VIU es como ampliar la oferta universitaria, aportar más variedad, y los servicios públicos tienen que beneficiar siempre al ciudadano. Cada universidad está en su derecho de diseñar lo que quiera, pero sería más lógico crear una universidad más específica.

--Generar una mayor diversidad de la oferta universitaria.

--Sí, claro, pero es imposible. Lo que sí tenemos en la UNED es que ofrecemos un producto de calidad, para nosotros la calidad es una obsesión, se nos impone y la practicamos. Y somos una universidad para y de la provincia de Castellón. Más del 95% del alumnado es castellonense, al igual que la plantilla, el cien por ciento de tutores son de aquí, somos absolutamente castellonenses.