Para la mayoría de los mortales todo se resume en tres sencillos pasos. El primero es hacer una foto con el smartphone. El segundo, subirla a Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otra red social. El tercero, esperar los likes. Pero para unos cuantos la labor es algo más compleja: ¿Encaja la foto en el feed? ¿El ratio de respuesta es el esperado?... Es la rutina de los influencers, un término acuñado en el 2003 por Ed Keller y Jon Berry en el libro The Influentials y que ya hacía hincapié en la importancia del boca a boca para crear corrientes de opinión. Hoy, en España, Georgina Rodríguez, novia de Cristiano Ronaldo, Paula Echevarría, Úrsula Corberó, Dulceida. Laura Escanes, Alexandra Pereira, Jon Kortajarenam, Roi Méndez o Alex Chinez presumen de tener miles (y millones) de followers y muchos engagement. Decenas de adolescentes quieren ser como ellos. Quieren vivir como ellos, vestir igual y viajar a los sitios que ellos eligen. Son los ídolos que la generación Z. Los nuevos famosos digitales.

Aunque pocos pueden presumir de tener 2,3 millones de seguidores en Instagram como Ana Doménech (Dulceida), la influencer por excelencia, en la provincia hay un nutrido grupo de personas que se manejan como pez en el agua en eso de las redes sociales. Cada fotografía, cada video, cada comentario genera en tiempo récord miles y miles de likes y sus consejos de moda, cocina o viajes son seguidos en medio país. Son los influencers made in Castellón. Y lo sorprendente de todo es que hay unos cuantos.

Amparo Jiménez (Youaretheone) jamás imaginó que un día tendría 46.000 seguidores en Instagram. Esta vila-realense de 36 años recién cumplidos empezó con un blog sobre moda. De eso hace diez años. «La moda siempre me ha gustado. Mi abuela era modista, mi madre cosía... Me he criado rodeada de patrones y telas y empecé haciendo comentarios en un blog. Una cosa llevó a la otra y, al final, he acabado comparto mis outfits diarios y todo aquello relacionado con la moda, la belleza y la vida», dice.

Pese a que las cifras que maneja son imponentes, Amparo tiene los pies en la tierra y para nada se considera una influencer. «Solo soy una chica de Vila-real que comparte lo que le gusta. Subir fotos para mí es un relax mental, me ayuda a evadirme y desconectar», asegura. Y no siempre sus fotografías y comentarios están relacionados con el sector de la moda y la belleza. «El respeto al medio ambiente me preocupa y a menudo comparto acciones relacionadas con el reciclaje», explica.

La de influencer es una profesión «muy apetecible», pero Amparo hace las mismas cosas que cualquier chica de su edad. «Trabajo como segunda encargada en una tienda del centro comercial Salera, hago la compra, voy al gimnasio...», describe. Su labor como influencer le reporta algunos ingresos, de los que habla con naturalidad. «Siempre que me regalan algún producto o una entrada para un concierto o para un festival explico claramente que el contenido está patrocinado», concreta.

Amparo Jiménez es una de las instagramers de moda y belleza con más seguidores de la provincia, pero hay algunas más. Alba Bort, también de Vila-real, tiene casi 41.000 seguidores; Alejandra Carratalá, otra vila-realense licenciada en Farmacia, cuenta con 39.400 fans y su canal de Youtube (Ale90cb), donde da consejos de moda y belleza, tiene 186.000 suscriptores. Uno de sus últimos videos, en los que muestra las prendas de primavera-verano de marcas como Zara o El Corte Inglés, y que ha comprado en las últimas semanas, tiene más de 25.000 visualizaciones. Desde Vinaròs, Pilar Herrero es otra de las influencers de moda de la provincia. Desde Rojopicota sube fotografias y videos (muchas imágenes están tomadas en la playa de Vinaròs) en los que muestra cómo va vestida y cuál es su estado de ánimo. Tiene 27.400 seguidores.

‘BLOGUERO’ ENTRE SARTENES

Las influencers de moda y belleza son mayoría, pero también los hay de gastronomía. Y en este mundillo el rey en Castellón es Roberto Bosquet, un bombero de 31 años, también de Vila-real, y que solo en Instagram (chefbosquet) cuenta con la friolera de 70.000 seguidores. Sube recetas todos los días y el grueso de sus fans tiene entre 25 y 35 años. «Mi objetivo en la cocina es demostrar que se pueden preparar recetas sencillas y saludables sin renunciar para nada al sabor, cocinando con ingredientes de temporada, de proximidad y de la mayor calidad posible, aprovechándolos al máximo. Todo esto sin usar harinas ni azúcares refinados y utilizando los métodos de cocción más saludables», describe. Entre sus platos destacan postres, ensaladas y arroces.

Cada una de sus elaboraciones consigue en tiempo récord entre 2.000 y 4.000 me gusta y más de 400 comentarios y mensajes. «¿Qué si imaginaba todo esto? Por supuesto que no. Hace cinco años si alguien me hubiera dicho que hoy tendría miles y miles de seguidores y la repercusión que tienen mis platos no me lo hubiera creído», sentencia Bosquet.

Pese a la legión de fans, Roberto Bosquet no ha dejado su profesión de bombero. «Para mí esto es como un hobby, una actividad que hago en mi tiempo libre, que me gusta y con la que me divierto», describe el vila-realense. Roberto, que además de consejero del programa de TVE MasterChef, también tiene un canal de Youtube donde cada semana sube un video en el que explica cómo realiza sus platos. Solo en ese canal tiene 9.000 suscriptores.

Bajo el pseudónimo de @misswinter se encuentra Elena Ortega, una castellonense de 44 años a la que siguen en Instagram 519.000 personas. Sí, lo han leído bien, más de medio milllón. Aunque ha residido en València y Madrid, Elena vive ahora en Castellón, pero viaja con bastante frecuencia, a veces por motivos laborales, y otras con el único objetivo de explorar y fotografiar otros países, alrededor del mundo. Profesionalmente encabeza proyectos de transformación cultural y de desarrollo de liderazgo en clientes de España y Latinoamérica desde la consultora Axialent.

UNAS IMÁGENES ÚNICAS

Elena lleva en Instagram desde el principio. «Siempre tuve pasión por la fotografía y cuando se lanzó Instagram, a finales del 2010, ya era usuaria de una plataforma de fotografía en internet muy popular. En la primera época de Instagram recibí un correo de la plataforma en el que me decían que por la calidad de mis fotografías y por cómo me relacionaba con la comunidad, me hacían usuario sugerido. De este modo cada vez que alguien se registraba en la aplicación aparecía mi nombre como recomendado para que me siguieran y esta era la manera de aumentar de seguidores». Quizás esa es una de las razones por las que Elena tiene tantísimos seguidores. La otra es que, pese al paso de los años, siempre se ha mantenido fiel a su estilo: escenas muy limpias, ordenadas y que transmiten paz y tranquilidad.

Pese a que estadísticas le indican que la mayoría de sus seguidores tiene entre 18 y 38 años y siguen cada una de sus instantáneas desde México, España o Colombia a Elena le gusta pensar que son personas de todo el mundo «que en un momento de su día a día hacen una pausa para sumergirse en una escena que probablemente tienen a miles de kilómetros y que les traslada a lugares e historias alejados de su cotidianidad», argumenta.

Paula Bonet es otra gigante. Esta vila-realense, con más de 240.000 seguidores en Instagram, es una de las grandes ilustradoras del panorama nacional y ha centrado su trabajo en el óleo, el grabado y la ilustración, aunque no se ha detenido a la hora de publicar sus propios libros: Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End, 813 o Por el olvido son algunas de sus publicaciones. Además de impartir talleres artísticos, trabaja en Roedores, un proyecto sobre el tabú que envuelve las pérdidas gestacionales. Talento made in Castellón en estado puro.

¿CUÁNTO COBRA UN INFLUENCER?

Los hay de casi todos los sectores, pero especialmente dominan los dedicados a la moda, la belleza, los viajes o la gastronomía. Y en España triunfan nombres como Dulceida, Alejandra Pereira o Sara Escudero. Las tarifas que reclaman a las marcas no son públicas. Las hay que trabajan con agencias y las hay que van por libre.

Pero, ¿cuánto cobra una ‘influencer’? Según fuentes del sector, las tarifas serían las siguientes: en el caso de un mensaje en Twitter/Facebook, entre 80 y 100 euros por post en caso de tener 10.000 fans; 300 euros para 50.000 fans y hasta 3.000 para medio millón. No obstante, se paga mejor Instagram: 120-150 euros por foto para 10.000 fans, 500 euros por 50.000 impresiones y a partir de 2.500 si tienen más de 500.000 de ‘followers’.