Nadie se percató de que Víctor Yeste, el falso médico detenido en Murcia, que instaló cámaras ocultas en los lavabos del Hospital General de Castellón, no solamente está inhabilitado por la Conselleria de Sanidad, sino también está a la espera de ir a juicio por estos hechos, tras ser denunciado en el año 2011 por su novia.

Desde diversos ámbitos sanitarios se calificaba ayer de “poco normal” lo ocurrido. Hasta su detención, Yeste realizaba formación de médico interno residente (MIR) en Denia, tras obtener plaza en el examen para MIR que convoca el Ministerio de Educación, pruebas que dependen de Madrid y que tienen un carácter formativo, no facultativo.

“La contratación es del Ministerio, pero la formación y las instalaciones donde cursa el MIR son de la Conselleria”, indicaban a este rotativo voces autorizadas.

Mientras, Andrés Cánovas, del Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana, señalaba que “existe coordinación entre los ministerios de Sanidad y Educación y Conselleria”. “Nos encontramos con dos sistemas sanitarios diferentes, como los del Gobierno central y autonómico”. Desde la Conselleria reiteran que el falso médico “está inhabilitado desde entonces, tras abrirle un expediente para poder ejercer como médico en los organismos dependientes de la Cosnelleria de Sanidad, aunque no tenemos competencias en la sanidad privada”. H