Las alegaciones al cambio de nombre de la ciudad a Castelló, presentadas por numerosos colectivos vecinales representados por la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castellón, la Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón y la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Castellón, «demuestran el rechazo firme a la gestión de PSOE y Compromís en un procedimiento en el que ha imperado la imposición frente a la libertad de opinión de los castellonenses, a quienes no se les ha tenido en cuenta en un tema tan importante como la eliminación del topónimo bilingüe».

Así se pronuncia la portavoz popular, Begoña Carrasco, quien dice que son los propios vecinos «quienes están desmontando, día tras día, la falsa participación vecinal de la que presume este gobierno, que lo único que sabe hacer es generar polémicas donde no las hay, enfrentando a los vecinos utilizando la lengua como un arma política».

Carrasco avanza que el grupo municipal popular también presentará alegaciones al cambio de nombre porque ya es Castelló y Castellón desde hace 36 años y «querer eliminar una de las dos denominaciones es retroceder y negar la cooficialidad del valenciano y el castellano, haciendo de menos una de las dos lenguas, en este caso el castellano».