Los investigadores que forman parte de la Cátedra de Reciplasa de la Universitat Jaume I pretenden que en un futuro material combustible como madera, plásticos, papel o cartón que se reciclen en la planta de Onda puedan ser aprovechados no solo por la industria, sino incluso por los hogares. Con este propósito vienen realizando un estudio que, en su primera fase, ha fijado su atención en los avances que vienen dándose en este campo en el resto de países europeos.

Los responsables de la Cátedra Reciplasa, la presidenta del consorcio que gestiona los residuos y vicealcaldesa de Castellón, Ali Brancal, y el vicerrector de Economía de la UJI, Miguel Ángel Moliner, presentaron ayer la memoria del 2016 e informaron de las actividades a desarrollar a lo largo de este año, dirigidas a difundir y promover la investigación y docencia en el ámbito de la gestión y el tratamiento de residuos sólidos urbanos.

En el balance se informó de la detección de contaminantes orgánicos de diferentes familias químicas en el entorno de la planta de tratamiento de residuos urbanos de Onda, entre los que destaca la presencia de plaguicidas, pero también de restos de hasta 96 sustancias químicas, como ínfimas dosis de benzoylecgonina, el metabolito de la cocaína, según concluye uno de los informes.

AGUA // Del estudio realizado sobre contaminantes orgánicos en las aguas, los investigadores determinan la elevada presencia de plaguicidas en las aguas subterráneas, principalmente a causa de las explotaciones citrícolas. «Se trata de unas dosis que sin ser alarmantes, hay que mantener estos niveles bajo control», según expuso el catedrático de Química Analítica, Félix Hernández.

En cuanto al segundo de los proyectos realizados a lo largo del 2016 y que recoge los avances ya iniciados en los años anteriores, sobre la situación del combustible sólido recuperado, el director técnico de Reciplasa, Fernando Albarrán, señaló que los trabajos para aprovechar los desechos y reutilizarlos como combustible en campos como la industria van por buen camino y, durante el pasado ejercicio, la Cátedra se ha dedicado a recoger los resultados y la experiencia que se dan en otros países europeos.