Municipios afectados por los ataques de buitres a ganado vivo en Els Ports exigen medidas a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para mitigar esta problemática. La causa principal, según ganaderos y representantes políticos, está en la superpoblación de estas aves carroñeras en la comarca. Se calculan unas 4.000 por la zona, “volátiles, que van y vienen por el norte de la provincia y territorios vecinos”, explica uno de los ganaderos perjudicados, Pepe Piquer.

Además, señalan que el hábito de darles comida de forma artificial en muladares ha derivado en una aparición de buitres agresivos. El concejal de Desarrollo Rural de Morella, Rafael Pallarés, opina que “hay muchísimos, demasiados, y algunos se han acostumbrado a matar para comer, sobre todo desde hace unos años, cuando se les quitó alimento. Las consecuencias son que los que se salvaron son más agresivos y por eso han cambiado la carroña por el ataque a animales vivos”.

El alcalde de Forcall, uno de los términos que cuentan con mayor presencia de buitres e incluso han llegado a buscar comida en granjas, indica que “hay un claro exceso, hay que controlar la población para evitar estos episodios; tienen hambre y atacan”.

REDUCIR LA POBLACIÓN // Entre las posibles soluciones que se plantean, la que comparten la mayoría de actores es la necesidad de una reducción drástica de la cabaña. Pallarés se muestra tajante en este aspecto: “Hay que acabar con unos cuantos, aunque matar buitres está muy mal visto; antes se controlaban de forma natural, ahora no. Hay que protegerlos cuando están en peligro y no es así actualmente. Lo están los ganaderos y sus animales”.

Sobre la disminución del número de ejemplares, el primer edil forcallano plantea la posibilidad de “la caza selectiva o que los cojan para dejarlos en otras zonas con déficit de estos animales, seleccionando a las parejas con posibilidades reproductivas”.

También se reclama el control selectivo, la colaboración entre administraciones y la denuncia de los ataques. Desde el Ayuntamiento de Morella piden a los ganaderos que den cuenta de estos episodios para hacer un seguimiento, aunque no quieran denunciar por el “tortuoso” proceso que conlleva dar parte. H