La agradable temperatura ambiental animó también a muchos burrianenses a seguir el desfile procesional en algún punto del largo trayecto desde la Basílica de El Salvador hasta el ermitorio de Sant Blai.

A las 22.00 horas partía una procesión con un escrupuloso silencio roto por el ruido de los bombos y tambores de la hermandad de la Santa Faz. En su trayecto, se recorrió el Pla, la Tanda, la Carrera y el Barranquet y concluyó en el ermitorio. Cuando la imagen entró el recinto se entonó el canto de la Salve presidido por la Virgen de los Dolores. La cofradía estrenaba presidente, Vicente José Cervera Pitarch, que recoge el testigo de José Alfonso Peirats.

Como viene siendo habitual, algunas de las camareras participantes realizaron la procesión descalzas en cumplimiento de alguna promesa o simplemente por el fervor y la devoción hacia la Dolorosa, al tiempo que la teja fue un atuendo del riguroso luto en gran número de las 1.000 mujeres que desfilaron.

Antiguamente, cada año era un clavario o festero corría con los gastos, pero era una dificultad cada vez mayor el encontrar quien se prestara sufragar el dispendio y, por eso, en 1962 comenzó a fraguarse la hermandad. Esta finalmente quedó formalmente constituida en 1963 y ya ese año realizó su primer desfile procesional como tal.

Anoche se cumplieron, por lo tanto, 51 desfiles como hermandad. Comenzaron siendo 60 cofrades y, desde entonces no sólo no ha menguado la devoción, sino que ha ido en aumento, del mismo modo que lo ha hecho el número de miembros de la entidad. Este Jueves Santo no habrá procesión. En su lugar, las cofradías tendrán el Monumento expuesto y la Junta de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa realizará una visita. H