El Consorcio del Millars, responsable de velar por la protección del paraje, quiere recordar que es muy importante no transitar por los lugares de cría de estas especies de aves con el fin de no espantar a la avifauna y producir abandonos en los nidos.

También quiere incidir un año más en la importancia que tiene para el futuro de muchas especies de aves el éxito de la reproducción. Por este motivo es muy importante no causar molestias durante el delicado período de la nidificación.

La desembocadura del río Mijares cuenta con zonas utilizadas habitualmente por los pescadores continentales para practicar su pasatiempo. Por lo tanto es importante no abrir nuevas sendas y nuevos lugares de pesca en espacios diferentes.

El paisaje protegido de la desembocadura del río Mijares, ubicado entre las poblaciones de Burriana, Almassora y Vila-real, atesora una relevante importancia ecológica debido a diversos factores como la formación de lagunas poco profundas ricas en vegetación acuática y la presencia, más o menos constante, de agua. Estas características facilitan la llegada y el hábitat de decenas de aves como anátidas, garzas, gaviotas, limícolas y pequeños pájaros que habitan lagunas y zonas húmedas. A partir de la primavera y hasta bien entrado el verano muchas aves aprovechan la tranquilidad del paraje para reproducirse.

La presencia de pescadores continentales que acceden a través del río a las pequeñas balsas y lagunas que se forman en la desembocadura para pescar peces de agua dulce como carpas, barbos y otras especies puede provocar molestias importantes entre las aves nidificantes.

Asimismo, el acceso por desconocimiento a estas zonas de otros colectivos como senderistas, practicantes de bicicleta, fotógrafos de naturaleza o cualquier otra persona también puede causar molestias.

Este hecho, en muchas ocasiones, provoca el abandono de muchos nidos con huevos y pollos por parte de sus progenitores.