Una nueva normativa autonómica obliga a recalcular otra vez la hoja de ruta sobre el futuro urbanístico de Peñíscola, que arrastra desde hace 15 años el proceso de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Así ve el equipo de gobierno local la situación planteada tras la aprobación del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), que afecta a terrenos del Pla de Pitxells --en las inmediaciones del parque natural de la Serra d’Irta-- y una serie de fincas que están ubicadas en segunda línea de la costa norte.

El concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, señaló ayer que la Generalitat solo ha aceptado una alegación, «por lo que vamos a preparar la presentación de un recurso contencioso administrativo», ante los posibles efectos sobre el crecimiento de la localidad. Recordó que el plan de ordenación de recursos naturales (PORN) de Irta, «estableció que Pitxells sería área de expansión urbana, con unas expectativas de crecimiento en el nuevo PGOU que ahora desaparecen». Además, aludió a que existen «las urbanizaciones de Font Nova, Sant Antoni y el entorno de Cap Blanc, que tendrán dificultades en el caso de querer mejorar los accesos».

DESCLASIFICACIÓN / El consistorio aprobó provisionalmente el nuevo modelo urbanístico en el 2010, pero la Administración autonómica rechazó diferentes puntos del documento, al tiempo que ha ido elaborando novedades normativas más restrictivas. El equipo redactor del plan dio a conocer un borrador que adapta la revisión a este nuevo marco y que implica la desclasificación de más de 11 millones de m2. Posteriormente, desde el Ayuntamiento se solicitó incluir el desarrollo de la costa norte, algo que se truncaría con la aprobación del Pativel. Por ello, Forner pidió que en esta parte se rebaje el grado de protección, «lo que permitiría usos, como campings o instalaciones hoteleras».

A este panorama se suma el límite de tiempo marcado para tener cerrada la revisión, cuyo plazo concluye en el 2019. El concejal llegó a indicar que trasladará la situación «a la comisión de seguimiento del plan y el resto de partidos de la corporación, porque habrá que ver si vale la pena seguir con el procedimiento de revisión», por lo que el planeamiento aprobado hace 40 años, y calificado por todas las partes como caduco seguiría marcando las reglas sobre las construcciones, con parches en forma de homologaciones concretas.