El Ayuntamiento de Peñíscola ha elaborado, a través del área de Patrimonio, un informe en el que se detalla el estado actual de uno de los principales edificios religiosos del municipio, el santuario de la patrona de la localidad, la Virgen de la Ermitana. En el documento se propone una labor de rehabilitación de la fachada, cubierta y campanario con la finalidad, según indica el alcalde, Andrés Martínez, de “mejorar el estado de conservación del ermitorio, restablecer partes del mismo que se vieron afectadas por los distintos conflictos armados de siglos pasados a causa de la artillería, eliminar filtraciones y goteras, así como garantizar la conservación del monumento”.

Desde el consistorio ya se ha contactado con el Obispado de Tortosa, al que pertenece este templo, al tiempo que se ha cursado la petición de encuentro con representantes de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat. Entre algunas actuaciones que se concretan en el documento se hace referencia a la propuesta de restablecer pináculos de la fachada, actuar sobre las filtraciones procedentes del campanario y la cubierta, o sustituir cerramientos y ventanales. Según se detalla en el informe, el edificio fue construido hace 300 años, aunque sufrió una gran destrucción durante la Guerra de la Independencia, por lo que el interior fue reconstruido.

Situado junto al castillo, en la zona más alta del casco antiguo de Peñíscola, el templo es uno de los espacios más queridos por los peñiscolanos, ya que allí se celebran la práctica totalidad de las bodas religiosas, así como el novenario a la patrona, a partir del 1 de septiembre. También se celebra la misa del día grande de las fiestas dedicadas a la Virgen de la Ermitana, el 9 de septiembre. H