Las rachas de viento frío registradas ayer en el Maestrat no impidieron que los vecinos de Sant Jordi celebrasen la fiesta de Sant Antoni. Los actos se iniciaron con la tradicional subida de algarrobos. Una vez completado el recorrido, tuvo lugar una misa en honor del patrón de los animales que sirvió, a su vez, para rendir un sentido homenaje a Jorge Esteller Arín, fallecido recientemente y muy vinculado a esta fiesta. Posteriormente, el párroco bendijo los animales y se repartieron las típicas cocas entre los asistentes.

Por la noche, la reina de la fiestas prendió la hoguera donde ardió el dimoni. El disparo de fuegos artificiales y el recitado de loas sirvió para festejar la victoria del bien contra el mal. H