El pleno de la Vall d’Uixó debatió ayer la moción presentada por Som la Vall en la que solicitaban la aconfesionalidad del Ayuntamiento, haciendo referencia, entre otros aspectos, a la presencia de concejales en las procesiones religiosas que se organizan durante el año en la ciudad.

Exigían que dichos ediles no participen en estos eventos de manera institucional y si quieren salir en las procesiones, lo hagan como particulares. La moción no salió adelante por la abstención del PSOE, Compromís y Cs, el voto en contra de PP y los únicos apoyos de Som la Vall y EU.

En otro orden de cosas, también se incluyó un punto referente a la tarifa del servicio público de agua potable, «que se actualiza por variación del IPC, conforme decreta la ley», tal y como puntualizó la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé.

«Facsa solicitaba una revisión al alza del 1,8% y tras negociar con el Ayuntamiento se ha dejado en el 0,8% porque hemos defendido que repercuta lo mínimo en los ciudadanos», apuntó. De esta manera, «la subida en el recibo trimestral será de menos de un euro para un hogar que tenga el consumo medio», explicó.

La propuesta contó con el voto desfavorable de Som la Vall («estamos en contra de subir las tasas del agua, aunque sabemos que es una cuestión técnica») y la abstención de Ciudadanos y PP. Bartolomé admitió que se presentó sin pasar por comisión informativa «por cuestión de tiempo».