La nueva campaña de excavaciones del poblado ibero de Vinaròs, situado en el Puig de la Misericòrdia, se centrará en la ampliación de la parte de la fosa y en sacar a la luz completamente la pared que se localizó el año pasado y que todo apunta a que continúe con la parte exterior del área arqueológica delimitada actualmente.

Este tercer año consecutivo de actuaciones necesitará de nuevo voluntarios expertos que quieran participar en los trabajos, que volverán a estar dirigidos por Arturo Oliver, jefe del servicio de arqueología de la Diputación de Castellón. Por tanto, según indican desde el Ayuntamiento vinarocense, las personas que quieran colaborar en las labores deben ponerse en contacto con el servicio arqueológico y, como en las ocasiones anteriores, el consistorio facilitará alojamiento y manutención a todos los seleccionados para acudir a trabajar.

Así las cosas, del 1 al 18 de julio se llevará a cabo la campaña en este poblado ibero, del siglo VII a. C. y de una extensión máxima que no alcanza los 1.000 metros cuadrados. Una joya del patrimonio vinarocense que el municipio trabaja para conservarla. Y es que, durante las intervenciones realizadas el pasado 2014, se descubrió un nuevo tramo de muralla que permite suponer una mayor extensión del yacimiento del que se conocía hasta el momento.

A ello se le debe sumar el descubrimiento de un campo frisio que, posiblemente, sea uno de los más meridionales del conjunto del continente europeo.

ITINERARIO ARQUEOLÓGICO // Estas actuaciones otorgan un gran valor a la localidad y a la comarca del Baix Maestrat. Sin embargo, a este hecho hay que añadirle la existencia de otros poblados iberos muy cercanos y también de fácil acceso, como los del Puig de la Nao y El Perengil, en el término municipal de Benicarló, lo que haría posible establacer un itinerario que lograse comunicar los tres yacimientos creando, de esta forma, un espacio con fines pedagógicos y turísticos que permitiría conocer más sobre los primeros pobladores de la zona. H