En València, en el cap i casal, son muy dados a copiar lo que hacen nuestros vecinos catalanes y baleares. La tasa turística es un buen ejemplo. En Mallorca y Barcelona tienen un serio problema de masificación turística en según qué épocas del año, y han debatido una y mil veces sobre el coste de oportunidad de aplicarla. Y ahora, por ósmosis, supongo, quienes gobiernan en València quieren debatir su uso. Pero el caso es bien distinto. En Castellón necesitamos más turistas. Debemos llenar nuestros hoteles durante más días al año. No tenemos un problema de masificación, sino de desocupación. Por eso, estudiar la aplicación de una tasa a los pocos que vienen, es un sinsentido. Los patronatos locales de turismo, con el provincial a la cabeza, no paran de buscar fórmulas imaginativas para incrementar los hospedajes en nuestra provincia. Se baten el cobre, día sí y día también, para que las poblaciones de esta bendita provincia puedan ser visitadas por más y más viajeros. Sin embargo, desde València, quieren debatir si es apropiado aplicar una tasa que castigue a estos turistas. Castellón, queridos mandamases de València, necesita más inversiones turísticas, más campañas de promoción, más inversión en la captación de turoperadores, más ayudas para restauradores y hoteleros del interior, etcétera. No aplicar una tasa que perjudique la imagen de provincia acogedora y amable.

*Escritor