El cambio de entrenador registrado a finales de octubre parece haber sentado bien al Levante. En su juego se nota la mano de Lucas Alcaraz, el técnico que sustituyó a José Luis Mendilibar tras la octava jornada, después de la contundente goleada (0-5) infligida por el Real Madrid.

Alcaraz (Granada, 1966) cogió al Levante cuando era penúltimo. Solo había sumado cinco puntos de 24. Debutó con derrota en Balaídos (3-0). Pero ese es el único choque perdido por los granotas desde que los dirige el preparador andaluz. Desde entonces ha ganado dos partidos (antes del Valencia derrotó al Almería), ambos en su feudo, y empatado otro a domicilio (en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla). Es decir, con Alcaraz al mando, el Levante ha sumado siete puntos de los 12 posibles. Y del 19º puesto ha pasado al 13º. Queda mucha Liga y la permanencia en la máxima categoría sigue estando lejos, pero es evidente que el técnico nazarí ha revitalizado al equipo azulgrana.

En el posterior análisis del derbi, el míster local no entró en polémica con su homólogo Nuno, quien dijo que el Valencia hizo más méritos que el Levante para ganar. “Que ellos tengan más posesión o capacidad de amenaza es algo que entra en el guión, otra cosa es ir a la esencia del juego. El Valencia ha chutado a puerta en seis ocasiones y nosotros en cinco”, recordó el técnico levantinista, que admitió la importancia del 2-1: “Si el empate hubiera durado más tiempo, quizá el final habría sido diferente”. H