La nueva plantilla del Castellón está formada por dos hombres de garantías en cada puesto. El lateral zurdo no es una excepción, sino todo lo contrario. Jesús López y Alberto Ramos atesoran todas las armas necesarias para triunfar esta temporada y hacer que su posición sea una de las que más nivel tenga. Llegan de Borriol y Saguntino, nacieron en Benicàssim y Onda, respectivamente, y no hace falta que nadie les explique dónde van a jugar.

“Vine en juveniles al Castellón, pero como soy de Benicàssim venía todas las semanas a Castalia. Cuando debuté tenía las mismas sensaciones que un niño en una juguetería”, recuerda Jesús, que regresa así al club de sus amores: “Mi sueño es seguir muchos años de albinegro y crecer de la mano con el club, llevarlo lo más arriba posible”, añade. No menos ilusionado aterriza Alberto Ramos, que regresa tras una cesión al Saguntino: “Es un lujo compartir vestuario con futbolistas como Juanra, Rubén Suárez o Lolo. Son un ejemplo porque tienen las ganas de un chaval de 20 años, pero no podemos salir a pasearnos”.

La competitividad del de Onda llamó la atención la pasada temporada de Calderé, que en el duelo entre Saguntino y Castellón aseguró que “parecía que estaba jugando la Champions”. Así recuerda Alberto la anécdota: “He hablado ya del tema con el míster y hay cachondeo. Todo viene por una carrera que tuve con Dani Pujol, pero he conseguido volver al equipo gracias a mi trabajo”. Una vez en Castalia, el lateral de 20 años no quiere dejar escapar este tren: “Es un equipo muy profesional, con una repercusión similar casi a jugar en Primera. La experiencia en el Saguntino me vino bien para coger experiencia”.

Por su parte, Jesús afirma que “hay buena mezcla en la plantilla. Los jóvenes aprenderemos de los veteranos”, al tiempo que recuerda que en El Palmar jugó “de todo. De central, interior y hasta delantero”, pero donde está más cómodo es “de lateral izquierdo”.

A CARA DE PERRO // Sobre la rivalidad entre ambos, tanto Jesús como Alberto tienen las ideas claras. “Jesús es un gran jugador, tendré que currármelo para ganarme el puesto, pero la rivalidad se queda en el campo”, afirma el de Onda, que añade que “este no es un deporte individual y aunque iremos a muerte para ponérselo difícil al míster, fuera del campo somos colegas, los tú a tú se quedan en el terreno de juego”. El de Benicàssim asume que “juegue quien juegue lo va a dar todo por el equipo” y añade que “si Alberto está mejor, lo apoyaré porque tenemos que hacer fuerza por el bien del equipo; remar todos hacia el mismo sitio”.

Sobre sus primeras impresiones tras regresar al club, Jesús destaca “el intenso trabajo, la calidad de la plantilla y el buen rollo del vestuario”. El defensa de 23 años pasó por una delicada situación en su anterior etapa como albinegro, pero ahora subraya que “solo se habla de fútbol”. Alberto Ramos se queda también con la cantidad de gente de casa que hay en el grupo: “Es un placer compartir equipo con futbolistas de la provincia como Borja, Charly, Jordi Marenyá, Alberto Catalán, Jesús o Luismi, que saben qué es el Castellón”. H