El CD Castellón no pierde comba con el líder y sigue firme con su pulso ante el Atlético Levante. El conjunto de Calderé va lanzado en el tramo final de temporada y ayer encadenó su tercer triunfo consecutivo en Liga, goleando al Alzira (3-0) en un partido cuyo panorama no se aclaró hasta la recta final del mismo.

Una jornada más, el Castellón afrontaba su duelo sabedor del resultado del líder, que por la mañana había vencido 4-2 al Muro, una circunstancia que, pese a que no se quiere reconocer, condiciona.

Pero pronto se acabaron los complejos por los cuatro puntos momentáneos de desventaja. A los dos minutos, Pruden llegaba a línea de fondo y ponía el balón en el segundo palo para que Dani Pujol estableciera el 1-0.

Un tanto que daba sosiego al conjunto albinegro, aunque cierto es que puede decirse que le dio demasiada tranquilidad. Y en el bando contrario, el gol orellut rompía los esquemas de un Dani Ponz, técnico del Alzira, que por lo que se vio había preparado muy bien el partido.

Los azulgrana acudieron a Castalia con las ideas muy claras, con dos líneas de cuatro en la que los hombres de banda taparon tanto la salida de balón de la zaga albinegra como las incursiones ofensivas desde la medular.

SIN HUECOS // El centro del campo comenzó a ser alcireño, tapando todos los huecos por los que el Castellón intentaba entrar, y cerrando las líneas de pase de un Charly Meseguer al que ayer le costó hacerse respetar en la medular. Durante el resto de la primera mitad, los albinegros apenas pudieron generar juego y no gozaron de más ocasiones, hasta la recta final en la que Dani Pujol volvió a aparecer, teniendo un mano a mano que salvó el guardameta Vicente Flor y realizando dos pases de la muerte, sin recompensa, desde la derecha.

Mientras que el Alzira solo pisó el área de Álvaro Campos con un tiro desde la frontal tras fallo orellut en la salida de balón y una ocasión muy clara en la que Brian marró cuando estaba solo en el punto de penalti.

CAMBIO DE ACTITUD // A buen seguro que Calderé aleccionó a los suyos en la caseta, ya que en la reanudación, el CD Castellón salió con otro brío. Mucho más metido en el partido, con mayor protagonismo con el esférico en los pies y gozando de varias ocasiones.

Rubén Suárez comenzó a aparecer más, Dani Pujol seguía percutiendo por la derecha e incluso Pruden gozó de un mano a mano que no supo aprovechar al poco de iniciarse el segundo acto.

Pese a dicha mejoría, el segundo gol, el de la tranquilidad, no llegaba. Y ello comenzaba a impacientar a todo el mundo: futbolistas, afición y a un gesticulante Calderé, que movió ficha dando entrada a Rubén Negredo y Canadell por Yagüe y Pruden.

Unas modificaciones que ayudaron a aumentar las prestaciones ofensivas albinegras para obtener el deseado gol de la sentencia. Primero la tuvo Rubén Suárez, raro en él fallar un mano a mano; y a falta de 10 minutos, Dani Pujol, el mejor de la tarde, ajusticiaba al meta visitante en el segundo palo tras buena jugada del propio Suárez.

El 2-0 hacía justicia y aclaraba el panorama de un partido en el que se fue de menos a más y que terminó en goleada con el tanto de Pino en el descuento.

Los albinegros fueron merecedores del triunfo, no sin sufrimiento, ya que costó un mundo perforar la telaraña de este correoso Alzira. El CD Castellón sigue retando al Atlético Levante en su lucha por el liderato. H