Jonathan de Guzmán ha acabado siendo un futbolista rentable para el Villarreal. Únicamente en lo económico, porque deportivamente no ha podido exhibir su talento futbolístico vestido con la camiseta amarilla. Una vez más, el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, ha exhibido su habilidad para sacar un buen beneficio en las operaciones de venta con el traspaso al Nápoles del internacional holandés, uno de los 23 oranje en el pasado Mundial de Brasil.

La operación De Guzmán ha supuesto alrededor de siete millones de euros, que podrían llegar a los 7,5 en función de algunas variables ligadas al rendimiento del futbolista y a los objetivos deportivos que alcance el equipo italiano. Además, el Villarreal se reserva un porcentaje de una futura venta del centrocampista.

RENTABILIDAD // Jonathan de Guzmán solo vistió una temporada la camiseta del Submarino, coincidiendo con el peor año del Villarreal en la última década y el descenso a Segunda División. El club amarillo abonó cerca de ocho millones por el jugador al Mallorca, pero acabará percibiendo más de nueve millones, puesto que a los siete pactados con el Nápoles para su venta, hay que añadir el pago de un millón por cada uno de los dos años en los que estuvo cedido al Swansea.

El Villarreal contaba con varias propuestas para desprenderse de los derechos de De Guzmán. Al margen de la oferta del conjunto galés en el que jugó durante las dos últimas campañas, el recién ascendido a la Premier League Queen Park Rangers también había ofrecido una buena cantidad, incluso superior a la italiana, pero el deseo del jugador de firmar por un club con mayores expectativas deportivas como el Nápoles ha sido determinante para que el Villarreal tuviese que negociar con el conjunto de San Paolo. Un problema menos para el Villarreal que sigue fiel a su política de equilibrio económico. H