En plena canícula veraniega, y a pesar de las altas temperaturas, el Villarreal no desdeña parte de los capítulos que tiene abiertos para afrontar la temporada que se avecina. Tramitar la nacionalidad española de Marcos Senna se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios. Y no es un episodio secundario, partiendo de los efectos colaterales que puede propiciar la jura de la Constitución española por parte del brasileño.

Los dirigentes amarillos han agilizado los trámites para conseguir que Senna consiga la nacionalidad española a ser posible a lo largo del presente mes. "Estamos pendientes de la resolución y estamos muy esperanzados. Pensamos que, a finales de julio, todo puede estar resuelto", reconoce Manolo Llorca.

La entidad ha redoblado sus esfuerzos sabedora que la proximidad de agosto, "un mes inhábil para la Administración", como reitera Llorca, podría paralizar el proceso. La documentación del mediocentro descansa ya en las oficinas del Ministerio de Justicia. Se trata de una de las últimas diligencias previas a la sanción del nuevo estatus social del futbolista.

EFECTO EN CADENA La conversión de Senna redunda en la configuración de la plantilla en el capítulo que afecta a los jugadores que detentan plaza de extranjeros. La vacante que dejaría el mediocampista podría beneficiar a Antonio Valencia, quien se convertiría en miembro de facto de la primera plantilla regateando, además, una posible cesión. Hay más: Aragonés podría incluir a Senna en sus planes.