Guille Vázquez (27 años) hereda la capitanía de Marc Trilles. Lo hace en un momento cumbre de su carrera y también en la historia de su club, el Castellón, al que regresó hace ahora cuatro veranos, después de rodar por varios equipos de la vertiente mediterránea, con la idea de echar raíces definitivamente. Y lo ha hecho.

-Cuatro años ya en el Castellón, pero le habrán parecido 40, por lo mucho que le ha tocado vivir...

-Sí, han sido cuatro años muy duros, en los que el club ha vivido una época mala, pero espero que, a partir de ahora, solo se hable de fútbol. Estoy convencido.

-Las últimas noticias parecen que son más satisfactorias, ¿no?

-Sí, deberían aportarnos tranquilidad. Saber que vamos a cobrar el día 1 de cada mes es lo que quiere cualquier trabajador, aunque el presidente ha acabado siempre cumpliendo lo que había prometido. Nosotros, los jugadores, solamente debemos tener el fútbol en la cabeza, nada más.

-Se presentó un día de agosto del 2011 en Castalia, casi por casualidad... y aquí continúa, casi contra viento y marea...

-Había terminado con la Gramenet, en Segunda B, y un día me vine solo con las botas a probar, porque quería jugar en el Castellón, que es mi equipo.

-Y, ahora, es el capitán.

-Me llega a una buena edad. No es bueno asumir esta responsabilidad siendo joven, pero creo que estoy en mi mejor momento.

-Ha sido un verano con muchísimos cambios, ¿no?

-Sí. La plantilla ha variado sustancialmente. La gente echará en falta a unos o a otros, pero puedo asegurar que los que han venido, que son muchos, lo han hecho con una ilusión terrible. De crecer deportivamente en el Castellón. No puedes imaginarte las ganas que tenían algunos de ellos de jugar por vez primera en Castalia; incluso alguno estuvo esperando fuera del estadio, con las puertas cerradas, el día que jugamos contra el Huracán.

-La pretemporada ha sido parecida a la del verano pasado, con buenas sensaciones del equipo y buenos resultados. Incluso han perdido el último amistoso de una forma similar. ¿Le inquieta?

-No, para nada. Las pretemporadas son para coger la forma y armar el equipo; los resultados son secundarios. Al final, lo que importa, es llegar a la primera jornada y sumar los tres puntos. Todo lo demás no significa nada.

-El objetivo, se hable o no mucho de él, es el ascenso, ¿no?

-Estamos intentando frenarnos un poco, aunque sabemos que, por ser el Castellón, estamos obligados a estar arriba. Como ahora está de moda, decimos que vamos partido a partido, a ver qué pasa, sin crearnos grandes expectativas. Tenemos una buena plantilla y estoy seguro de que haremos una buena temporada.

-A la hora de hablar de rivales directos, ¿cuáles tiene en mente?

-Bueno, los que todo el mundo se imagina. El Levante B [rebautizado ahora como Atlético Levante] seguro que quiere volver a Segunda B, como el Ontinyent. Veremos de lo que es capaz el Villarreal C, el Orihuela... En principio no deberían haber sorpresas, aunque siempre se mete el típico equipo que no esperas al principio. Un poco los mismos de siempre.

-Ya no está el Eldense, que la pasada temporada ‘rompió’ el grupo desde el punto de vista económico y futbolístico. ¿Espera una competición más igualada?

-Sí. Este grupo siempre se ha caracterizado por ello. El año pasado, menos el Eldense, el resto estuvimos bastante cerca unos de otros, sin grandes diferencias.

-Con todo, el Castellón parte con la etiqueta de enemigo a batir, aunque ya sea su cuarta temporada en esta categoría...

-Seguro que sí. Ya he comentado que tenemos un buen equipo, pero yo le digo a todos que no vamos a pasearnos en ningún campo, que no vamos a ganar por goleada. El mejor ejemplo es lo de la última temporada. Hay que prepararse para ganar 1-0 en Castalia y 0-1 a domicilio.

-Por último, ¿qué mensaje envía a la afición albinegra?

-Bien, un poco lo que se dice en estos casos. Tenemos mucha ilusión y ganas. Vamos a darlo todo, porque veo mucho compromiso en mis compañeros. Le pediría a la gente que deje de mirar hacia atrás; que lo pasado, pasado está. Repito: estoy convencido de que vamos a hacer un buen año. H