Castalia ya ni pita, ni saca pañuelos… Castalia está resignada. Al menos ese es el sentir de la afición, cada vez más escasa, que todavía acude los domingos. El CD Castellón de Ramón Calderé es una caricatura de equipo que ayer se vio elevada a la máxima expresión. El Novelda, un equipo justito pero con buenas individualidades, le sacó los colores, derrotándole por un rotundo 1-4 que supone la octava jornada consecutiva sin ganar para los orelluts y la sentencia para el entrenador tarraconense.

El combinado albinegro salió contagiado por el ambiente, nublado en cuanto a lo meteorológico y frío desde la grada. Hasta tal punto que cuando algunos espectadores no habían tomado asiento, el Novelda ya se había adelantado en el marcador. Solo transcurridos dos minutos y, tras un desajuste defensivo, Javi Salero batía a placer a Campos (0-1).

Duro mazazo que congeló más si cabe los ánimos tanto entre el público como sobre el césped. Y comenzaba un partido nuevo, de 88 minutos y con desventaja.

Los albinegros se lo tomaron con paciencia. Calderé planteó un dibujo clásico, un 4-4-2, pero con las piezas algo modificadas de la medular hacia delante. Castells y Marenyà fueron los mediocentros, con Pruden a pie cambiado, es decir, en la derecha, y un delantero como Gaizka Saizar en la izquierda. Y dos referencias en ataque, dos ‘9’: Antonio Martínez y Rubén Fonte, aunque el burrianense, con libertad para descolgarse en la mediapunta.

A medida que pasaban los minutos Marenyà comenzó a adueñarse del balón y a mandar en el centro del campo. Se ofrecía constantemente y abastecía de balones a sus compañeros, y los orelluts empezaron a carburar. Le costaba, eso sí, generar acciones de peligro al equipo, aunque primero estuvo Rubén Fonte a punto de igualar y, a los 28 minutos, fue Gaizka Saizar quien fusiló al meta visitante desde la zona del punto de penalti para equilibrar el casillero (1-1).

Una igualada que espoleó a los locales, que buscaron hasta el descanso con más insistencia otro tanto, sin fortuna, ya que Rubén Fonte no terminaba de acertar y Antonio Martínez estuvo desasistido.

OTRO mazazo // En la reanudación se fue por la borda toda la charla de Calderé a los tres minutos. En otra acción con la defensa dormida, Javi Salero entró como cuchillo en mantequilla, y Jesús López le derribó, cometiendo penalti. Una infracción que no desaprovechó el propio Salero, que estableció el 1-2 en el minuto 49. Y vuelta a empezar.

ROMPECABEZAS // Calderé movió ficha rápidamente, tomando riesgos al quitar a un defensa, Luismi Ruiz, e introducir a Lolo, que actuó de mediapunta, bajando a Castells al eje de la zaga y reubicando a Juanra de lateral diestro.

Seis minutos después mareó más la perdiz, sacando del campo a Jesús López por Carrillo, quien se instaló en la derecha de la medular, pasando a Pruden de extremo diestro a lateral izquierdo. Y falta de 25 minutos tuvo que cambiar a Fonte por problemas musculares, dando entrada al joven Gerard Hernando. Todo un rompecabezas.

El Novelda se dedicaba a nadar y guardar la ropa, consciente de que había sacado petróleo de sus dos escaramuzas en área rival. Y el Castellón se volcó hacia el área rival, pero totalmente desajustado.

Y ese desbarajuste fue aprovechado por los visitantes, que fueron armando contragolpes con superioridad numérica. En los dos primeros Álvaro Campos evitó el desastre, un 1-3 que llegó en el minuto 76, cuando Antillaque se plantó ante el meta albinegro y no perdonó. Partido sentenciado. Y para colmo, a falta de dos minutos, de nuevo Antillaque dejaba el tanteo en un vergonzoso 1-4.

Ni el tesón de los futbolistas, que, eso sí, nunca bajaron los brazos, sirvió para siquiera maquillar un resultado que significa el adiós de Ramón Calderé. H