No es nada habitual que un deportista de una disciplina minoritaria realice una concentración para preparar la temporada a miles de kilómetros de casa y además teniendo que cruzar el charco. Tampoco lo es que esta tenga una duración de más de tres meses. Ambas pueden ser más lógicas en deportistas o clubs de élite, pero en este caso, Francisco Domingo, un ciclista de handbike, ha roto los estereotipos y se ha desplazado a México para llevar a cabo una intensa preparación, siendo su principal reto la subida al Cerro del Cubilete, soportando rampas del 26%.

Después de haber realizado «el ascenso a este monte tan bestia», con terreno irregular, ha tratado de aprovechar al máximo tanto las condiciones de este país como la práctica de deporte en altura. «He sacado cosas muy positivas de mí físico, trabajando fuerte en el gimnasio de Salvatierra en el Estado de Guanajuato», señala.

Para Domingo, «la verdad es que los tres meses que he pasado en México, con mi esposa, han sido extraordinarios, ya que ella me da la fuerza que necesito, tanto en los entrenamientos como en las pruebas que participo. Pienso que mi estancia en este país ha sido positiva y no descarto volver a elegirlo como país de entrenamiento y preparación».

Debut en Hannover

Su preparación siempre ha estado ligada al calendario de pruebas a disputar este año y la pasada semana realizó su primera prueba de la temporada en Hannover. «Estoy contento por cómo me han salido las cosas, aunque al ser un circuito bastante ratonero, me vi en tierra de nadie. Pero soy consciente de que no estaba al 100%», argumenta.

En su estreno, con la presencia de los mejores del mundo, compitió en categoría MH4: «Por mi lesión lumbar he tenido que tomar parte en esta categoría». Recordar que estas pruebas las categorías van de MH1 a MH5.

Hoy, en Rosenau (Francia)

Desde Alemania, se desplazó a la localidad francesa de Rosenau, en la que compite hoy en el Circuito Europeo de Handbike EHC. «Tengo que aprovechar viajes, porque las ayudas son escasas y no hay medios, pero hay que arriesgar y participar en las pruebas donde acuden los mejores del mundo. Los viajes los hago en solitario y con mi furgoneta», concluye.