El Villarreal cumplirá su novena participación en un torneo continental. Y lo hizo con espectáculo por los que son considerados suplentes... en teoría, porque en la práctica es difícil discernir. Ni el 0-3 de la ida sirvió para que los amarillos se relajaran. Pero si una conclusión positiva pudo extraerse de la vuelta es que este equipo ha mejorado su fondo de armario hasta el punto de que la frontera entre teóricos titulares y presuntos suplentes es difusa y borrosa. Marcelino alineó un once con solo tres de los que fueron titulares ante el Levante: Gabriel, Trigueros y Costa. Es cierto que anoche también formaron en el once de partida Musacchio y Mario, que en la Liga fueron reservados. Pero viendo jugar a los Juan Carlos, Vietto, Espinosa, Pina o Moi resulta complicado diferenciar entre fijos y reservas.

Los locales cogieron el timón desde el principio no dejando ni respirar al conjunto kazajo. La pareja Manu-Espinosa constituyó lo que se podría denominar sociedad talaverana del arte futbolístico, con pinceladas de un talento que está solo a la altura de los mejores. La jugada del exazulgrana en la acción del 1-0 que materializó Vietto denota una calidad especial. Espinosa dejó detalles significativos de talento y es uno de los suplentes titulares de este Villarreal. El mismo rol que el joven delantero argentino. Vietto pudo irse al descanso con tres goles en el zurrón, tras un remate de cabeza que detuvo con apuros el portero del Astana, y después de una jugada de crack que no culminó con precisión cuando tenía toda la portería para él. Nadie quiere quedarse atrás ni permitir que Marcelino no tenga dudas para confeccionar las alineaciones.

La segunda parte fue, si cabe, mejor. El Villarreal jugó con un ritmo bestial, como si tuviese que ir a por la eliminatoria o fuera por detrás. Vietto limpió las telarañas de la escuadra de la portería del Astana con un tiro potente y preciso que durmió en la red y desató un murmullo de admiración en el Madrigal que desembocó en una ovación estruendosa.

Marcelino movió el banquillo. Otra perla debutaba en competición oficial con 17 años: Adrián Marín. El Madrigal se lo pasaba en grande. Un penalti sobre Gabriel fue transformado por Bruno en el 3-0. Nahuel saltaba entonces. El Submarino ya acumulaba siete jugadores que han pasado por las inferiores: Juan Carlos, Mario, Musacchio, Adrián, Bruno, Nahuel y Gerard. Y habían salido tres del campo: Manu, Jaume y Moi. Un orgullo para la afición del Madrigal. Como lo fue la ejecución del 4-0 de otro talento como Nahuel. Europa espera a un Submarino que no entiende de trámites. H