El melón es el fruto de una planta trepadora (melonera) de la familia de las Cucurbitáceas (Cucumis melo). El tallo está cubierto de pelos y también las hojas por el envés. Éstas tienen un aspecto palmeado, con los márgenes dentados.

Las flores son amarillas y pueden ser masculinas y femeninas. El fruto es esférico o aovado, de gran tamaño, de corteza dura, verde, amarilla, anaranjada o blanca, de superficie lisa o estriada. La pulpa es blanca o anaranjada y contiene en su centro numerosas semillas (pepitas) envueltas en una matriz gelatinosa. Existen diversas variedades de forma, color y gusto diferentes.

El melón se usa básicamente en alimentación por sus importantes cualidades nutricionales, ya que contiene abundantes vitaminas (A, C, E y K) y antioxidantes.

Se usa como fruta, cortado de diferentes formas, en rodajas, en bolas, en triángulos, etc...También en macedonias y ensaladas y en helados y granizados.

En Francia se usa como entrante un tipo de melón anaranjado y poco dulce (Cantalupo), vaciando su interior y llenándolo de bolitas de melón y vino. También se usa como entrante en rodajas, acompañado de jamón, ya que suaviza la textura del jamón y contrarresta la sal.

Sin duda alguna, el melón es una de las reinas indudables del verano: su frescura, su gran aporte de líquido y ese delicioso sabor dulce lo convierten en una fruta apreciada por pequeños y grandes. Pero más allá de calmar la sed aporta importantes nutrientes a nuestro cuerpo siendo genial para la salud.

Al tener un importante contenido de agua funciona como un genial diurético, ayudándote a eliminar las toxinas a través de la orina. Además, te ofrece un aporte de Vitamina A que beneficia nuestra piel evitando que se reseque, lo que suma otro punto a aumentar su ingesta en una temporada tan caliente como el verano. También el rico en Vitamina E, uno de los mejores antioxidantes naturales que existen. Protege y cuida nuestra piel, pelo y uñas y ayuda a combatir la producción de radicales libres responsables el envejecimiento de las células y de enfermedades como el cáncer.

Asimismo, seguro que has oído hablar mucho del betacaroteno, presente en su mayoría en vegetales como la zanahoria. Este nutriente favorece la pigmentación de la piel ayudando a conseguir y mantener un buen bronceado, pues el melón aporta una buena cantidad a nuestro cuerpo. Y cuenta también con una fuente de fibra, lo que mejora el tránsito intestinal combatiendo los problemas de estreñimiento.