El papa Francisco nos llama a todos los cristianos a ser discípulos misioneros para hacer de nuestras parroquias comunidades de discípulos misioneros y de nuestra iglesia diocesana una Iglesia que lleve a todos la alegría del Evangelio. Porque a todos están destinados el amor y la misericordia de Dios. Esta invitación del Papa vale también para los niños y las niñas, llamados a ser discípulos misioneros Así no lo recuerda la Jornada de la Infancia Misionera, que celebramos este domingo y esto celebraremos también en el Encuentro diocesano de Infancia Misionera, el sábado, 31, en el Seminario Mater Dei.

La Obra de la Infancia Misionera nació para que los niños cristianos pudieran ayudar a los niños de los países de misión. Fue puesta en marcha en 1843 por el obispo francés Forbin-Janson. Movido por las noticias de misioneros sobre la difícil situación de los niños en el continente asiático y pensó que los niños podían ayudar a los niños de los países de misión.

La Infancia Misionera es muy actual y está muy viva entre nosotros. Así nos lo muestra año tras año el gran número de niños y niñas de nuestra Diócesis que participan con gran alegría en el encuentro diocesano.

El lema de este año es “Yo soy uno de ellos”. La principal enseñanza de Jesús es desvelarnos que todos somos hijos de Dios y que no hay lugar para la acepción de personas. A él le debemos el don de la vida, y todos estamos llamados a la felicidad eterna. Con este lema se pretende inculcar a los niños que no hay distinción entre unos y otros, y que, por tanto, no puede haber discriminación entre ellos en el mundo.

Queridos niños de Infancia Misionera: ¡Continuad así! !Os esperamos en el encuentro del sábado próximo! ¡No perdáis vuestro espíritu misionero! H

*Obispo de Segorbe-Castellón