Jorge Guardado y Pilar Casado, dos jóvenes directores de 27 y 30 años han dado forma al documental autofinanciado "Daia Sahara", que narra el "éxodo", durante el proyecto humanitario "Vacaciones en Paz", de miles de niños saharauis a hogares de familias españolas.

El documental, realizado a lo largo de un año, ha recorrido Granada, Málaga, L'Hospitalet, Vigo, Riveira (A Coruña), Santiago de Compostela y los campamentos del desierto saharaui donde viven los refugiados.

Y explica una realidad que, como aseguran los directores, es "realmente muy dura", según han señalado hoy durante la presentación de su trabajo en la sede de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) en Sevilla.

Cuenta la historia de los niños que cada año salen de los campamento a través del proyecto "Vacaciones en Paz", que proceden de un pueblo en el exilio y que como ha explicado el delegado del Frente Polisario en Andalucía, invitado en la presentación, "lucha cada día por la autodeterminación política" y "decidir mediante el voto su propio destino".

"Daia Sahara", con una duración de 50 minutos, ha sido financiado en su totalidad con capital propio de los directores, obtenido de empleos extra realizados para sacar adelante el trabajo.

"Ha sido duro debido a las grandes dificultades a las que se enfrentan los jóvenes profesionales del mundo audiovisual", ha denunciado Casado, a lo que se ha "sumado", ha añadido Guardado, "la dificultad a la hora de solicitar ayudas al ser un tema conflictivo".

Guardado ha lamentado no haber sentido apoyo para poder hacer lo que han estudiado, por aquello por lo que han trabajado durante muchos años.

Daia significa "un laguna de agua estancada" en hasaní, el dialecto del pueblo saharaui, según ha explicado Casado, que ha precisado que es un símil al estancamiento que injustamente vive el pueblo saharaui.

En su opinión, el documental tiene la misión de mostrar el vínculo y la parte humana que hay detrás de un proyecto que cuenta con muchísimo seguimiento, además de que quieren "dejar patente que los jóvenes se mueven y tiene ideas, que a pesar de las dificultades se pueden sacar cosas adelante con esfuerzo y sin tener dinero".

El largometraje se empezó a fraguar en marzo 2013 y se grabó en parte durante los dos meses de verano con las familias de acogida y se terminó en los campamentos de refugiados.

Está completamente diseñado, supervisado y desarrollado por Casado y Guardado y es su primer trabajo firmado de forma personal, a pesar de tener experiencia como técnicos de cine y producción audiovisual.

La productora andaluza Séptimo de Caballería ha colaborado en la distribución y postproducción del documental, junto a la colaboración de la Fundación Francisco Carvajal.