José Galindo, la armónica del Mediterráneo. Es su forma de venderse en la red y, a la vista de los resultados, no le ha ido nada mal. Tras la buena acogida de su primer trabajo, este músico castellonense de 36 años acaba de sacar a la venta su segundo CD, Buenavista Boulevard, en el que la armónica vuelve a sonar por los senderos del folk.

En Buenavista Boulevard, Galindo ha contado con la colaboración de figuras de reconocida solvencia en el folk y el jazz de ámbito nacional. Kepa Junkera, Big Mama, Javier Ruibal y Guillermo Mcgill han trabajado codo con codo con este castellonense afincado en Benic ssim. Un sueño cumplido que, sin embargo, no es el único logro del disco. Galindo consiguió grabar Waltz de Malaspina en un escenario incomparable, el faro de la Roca Grossa del archipiélago de Columbretes. Islas a las que el castellonense rindió homenaje en su anterior trabajo, Colubraria.

Salido de la música de color, José Galindo es quizás --al menos así lo reconoce él-- el único músico español que utiliza la armónica para adentrarse en la cultura folk. "Es un instrumentos utilizado sobre todo en blues y jazz", argumenta Galindo. Y si se le pregunta el porqué de esta singularidad, es claro en la respuesta: "Aquí --en Castellón-- tenemos una cultura musical muy buena, pero que está desaprovechada".

NUEVO PROYECTO Precisamente, el afán de sacar la música tradicional castellonense de este estancamiento marca el futuro profesional inmediato de este armonicista. Con Buenavista Boulevard recién salido de producción y una presentación pública pendiente --"Espero contar con algunos de los colaboradores y montar algo interesante para presentarlo", explica--, Galindo piensa ya en un nuevo proyecto, del que apenas esboza las líneas maestras.

Junto a otros músicos de Castellón, está trabajando en un disco en el que buscan "renovar la música de las fiestas de la Magdalena". Un folclore que, ahora, según Galindo, vive un momento de estancamiento del que debe salir cuanto antes.